Juan Jacobo Muñoz Lemus
* En este país, todo es como el país.
* Las cosas de los hombres fluyen gracias a las mujeres, no podría ser de otra manera.
* Sobarse la piel todos los días, puede ser una buena forma de meditar.
* Acusamos a madres solteras de querer el dinero del hombre que las abandonó. Dinero para sostener al hijo abandonado.
* Estamos solos en el núcleo. Afuera hay miles de círculos concéntricos, pero nadie llega al centro. Nadie ni nada.
* Los Santos ya están cabales; a nadie le importan los niños con hambre. Salta a la vista que usamos los temas para emocionarnos con nosotros mismos.
* El abuelo y el nieto funcionan. Tal vez el viejo protege al niño, y este da vida al ancestro. Al viejo lo habita un niño, y si se deja conmover y enternecer con él, puede expandirse y no ser solo razón lógica, como cuando fue padre.
* Uno quiere cambiar cosas en su casa, pero la familia es irreductible. Aun volviendo años después, las dinámicas siempre se restituyen. De la puerta para adentro no se cambia nada, el hombre nuevo es de la puerta hacia afuera.
* Todo va mejor cuando se dejan las bebidas espirituosas y se explora la espiritualidad.
* No importa cuánto se vuele; hasta las aves deben bajar a comer.
* Si deshojás la paranoia, encontrarás su corazón, el narcisismo.
* Que le pasa al ser humano que no puede quedar con la duda de jugar en un casino, o acostarse con alguien que no conoce.
* El mundo está hecho para vivir indignado; con dientes apretados. Para amar y dar, hay que estar flojo.
* A veces creo que el amor es un asunto de suerte, que no a todos les puede pasar.
* No pongas a nadie 100 al principio, empezá poniendo cero.
* Una cosa es el apego y otra estar pegado. Todo existe en cierta medida, y los matices deben ser reconocidos.
* Es chistoso que las iglesias no acepten las supersticiones.
* Los niños proyectan su esperanza en los mayores, pero los héroes son ellos, soportando y sobreviviendo.
* Cuando alguien elige a muchas personas en sucesión incesante, en realidad se está eligiendo angustiosamente a sí mismo.
* La más bella de las mentiras, no aspira a ser mejor que cualquier horrible verdad.
* Tal vez uno no tenga lo que merece, pero si a lo que se le parece.
* ¿Será que cuando lo besan a uno, le dan en la geta?
* Ser sexagenario, ¿será la profecía de algo sexual?
* Duelen los ricos, no ser rico. Duelen los dictadores, pero no ser uno. Duele la traición recibida, no la cometida.
* La vulnerabilidad no es necesariamente un defecto, tal vez un estadio.
* Se es más no porque sea más listo, sino porque me he equivocado más. Y eso no porque sea más bruto, sino porque he vivido más tiempo.
* La ira es el sentimiento más común, todo por tanta expectativa, es mejor quedar al margen.
* Amar es sencillo: Identidad, intimidad, no intimidarse y sin miedo a perderse en la entrega.
* Si te impones la soledad por enojo, duele. Si la aceptas como una realidad es todo lo contrario.
* El celoso se compara y compite con los otros. Su única señal de victoria es ser único, por eso lo quiere todo. Está loco.
* Aceptemos de una vez por todas que no le importamos a nadie. Bueno, casi a nadie.
* Está tan naturalizada la violencia. Toma forma de indignación en el culto al egoísmo.
* Tarea: Buscar el mecanismo propio, para no olvidar que la belleza existe.
