Factor Méndez Doninelli
Se cumplen 65 años de la invasión mercenaria al país promovida, financiada y organizada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense, para derrocar al Gobierno Constitucional de Jacobo Árbenz Guzmán, desde entonces Guatemala ha retrocedido, la pobreza ha crecido y las condiciones de vida de la mayoría de la población se han deteriorado.
Visité la región Canjobal y en la gira por Huehuetenango, Chiantla, La Capellanía, Páquix, San Juan Ixcoy, Soloma y Santa Eulalia percibí estas situaciones. Lo primero, son las pésimas condiciones de la carretera que desde Chiantla conduce hacia la cima de los Cuchumatanes y más allá. Me parece que es un descuido del Gobierno y del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (Micivi), sin embargo los habitantes de los lugares visitados lo interpretan como un castigo hacia las comunidades porque no simpatizan con el actual Gobierno. La indignación de los pobladores hacia los Gobernantes es notoria por el estado desastroso y abandono de la carretera. Es común ver mantas que atraviesan la carretera exigiendo la renuncia del presidente Jimmy Morales y de los diputados de ese distrito electoral.
Por conversaciones sostenidas con pobladores, es claro percibir que existe una comprensible condena y repulsa al gobernante Morales y a su partido el Frente de Convergencia Nacional (FCN), lo que explica la aplastante derrota de ese partido en las recientes elecciones generales celebradas.
En esos lugares, entrevisté al azar a vendedores ambulantes, tenderos, transeúntes, taxistas, recepcionistas de servicios y comerciantes, comprobando que es patente el descontento generalizado. Uno de los entrevistados sentenció, “…se acordará de mí, aquí en el país van a pasar cosas no esperadas, ya verá”. Otros aseguraron que los partidos Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y el FCN previo a las elecciones repartieron entre los pobladores alimentos y dinero para comprar votos. Este extremo de clientelismo electoral, debe ser investigado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Sobre la propaganda electoral observé saturación de la UNE, FCN, Fuerza, ViVa, Humanista, CREO y Unidos, en menor escala la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), Convergencia y Movimiento Semilla. Por cierto, subiendo a los Cuchumatanes vi la única valla publicitaria de Semilla, estaba semidestruida y con pintura negra regada sobre las fotografías de los candidatos a diputados, en contraste con las decenas de vallas de ViVa, FCN y UNE completamente intactas. Los habitantes de aquellos pintorescos lugares, al hablar responden con el conocido acento mexicano, se parecen más a los nacidos en el hermano país que originarios de Guatemala. Esto es resultado de la influencia histórica ocurrida por la estrecha relación común entre poblaciones fronterizas, a esto se llama transculturación.
Mientras tanto, continúa la incertidumbre de la ciudadanía porque debido a errores e inconsistencias en el conteo de votos que reconoció el TSE, hasta ahora con respecto a la elección presidencial se desconoce quiénes irán a la segunda vuelta. También el TSE anunció que los resultados conocidos antes, no son resultados finales oficiales. Esta misma semana, en presencia de los fiscales de todos los partidos se inició el cotejo de actas de las mesas receptoras de votos con los resultados generados por el sistema del TSE para verificar las inconsistencias y errores reconocidos. La incertidumbre se mantiene y los derechistas derrotados aprovechan para vociferar sobre la idea de fraude.
