Félix Loarca Guzmán
Sin duda, son muchas las lecturas que los guatemaltecos podemos hacer sobre los resultados de las Elecciones Generales celebradas el pasado domingo en nuestro país, para elegir no solo a un nuevo Presidente de la República, sino también diputados al Congreso, diputados al Parlamento Centroamericano y autoridades municipales.
Sin embargo, hay tres apreciaciones imprescindibles. La primera que los resultados electorales son contundentes en el sentido que el partido oficial FCN-Nación, que postulaba como candidato presidencial al militar y diputado gobiernista Estuardo Galdámez, sufrió una aplastante derrota, pues apenas alcanzó el 4.5 por ciento de los sufragios válidos.
Diferentes analistas políticos coincidieron en que no recordaban el caso de ningún partido oficial que buscara mantenerse vigente, que durante la campaña hubiera hecho un papel tan mediocre. De nada le sirvió al partido oficial, toda la maquinaria que utilizó para mantenerse en el poder. A ello se suman las numerosas denuncias sobre que diversas dependencias del Gobierno, estuvieron realizando sospechosos pagos a miles de personas del área rural, además de los millonarios desembolsos de dinero para favorecer a ex miembros de las Patrullas de Autodefensa Civil.
También hay que considerar que la derrota del partido oficial fue un indiscutible voto de castigo y de censura del pueblo al Presidente Jimmy Morales por el mal gobierno que hizo durante los últimos años.
La otra lectura fundamental de los resultados electorales, fue el desplazamiento a un quinto lugar de la derecha urbana representada por el señor Roberto Arzú, hijo del exalcalde Álvaro Arzú, quien se presentó como candidato presidencial de la débil alianza de partidos PAN y Podemos, de clara tendencia neoliberal ultraconservadora.
Este grupo apenas logró el 6 por ciento de los votos. La otra lectura que resulta indispensable, tiene que ver con el impresionante crecimiento de la candidata Thelma Cabrera, lideresa indígena de destacada participación en las luchas sociales, quien fue la abanderada del partido de los campesinos, el Movimiento para la Liberación de los Pueblos, MLP, que se ubicó en el cuarto lugar de las votaciones, siendo la favorita de los guatemaltecos residentes en Estados Unidos, quienes votaron por ella.
Finalmente, hay que anotar con toda claridad, que el principal ganador en estas elecciones fue el prostituido sistema político procapitalista que mantiene secuestrada a la débil democracia de Guatemala. En otras palabras, el orden establecido, dominado por las élites económicas subordinadas a los intereses imperiales del norte, continuará inalterable, manteniendo intactos los intereses del gran capital, de las empresas transnacionales y en general de los grupos del neoliberalismo fascista que fomenta el esquema de vergonzosa desigualdad social, con altos niveles de pobreza, desnutrición y exclusión social, además de los crecientes cuadros de violencia, delincuencia e inseguridad ciudadana.