Francisco Cáceres

caceresfra@gmail.com

Nació en Guatemala el 19 de Julio de 1938; tiene estudios universitarios y técnicos en ciencias jurídicas y sociales, administración empresarial, pública, finanzas, comunicación, mercadeo y publicidad. Empresario, directivo, consejero y ejecutivo en diversas entidades industriales, comerciales y de servicio a la comunidad. Por más de 28 años consecutivos ha sido columnista en este medio.

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Francisco Cáceres Barrios
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A primera hora del viernes de la semana pasada, un amigo me avisó que autoridades del MP estaban allanando las instalaciones de la Municipalidad de Guatemala en busca de personas y documentos que pudieran ser útiles para determinar con pruebas fehacientes, la sustracción de recursos públicos en actividades proselitistas a favor del partido oficial municipal durante el período 2011-2015. A su solicitud de opinar al respecto, le respondí que ya era tiempo que se actuara en contra de la desfachatez de las autoridades municipales de usar dichos recursos de manera anómala, argumentando mi interlocutor el cajonero comentario que eso, todos los políticos lo hacían, a lo que respondí que bajo ningún punto de vista, eso significaba que estuviera bien hecho, ética y moralmente hablando, como tampoco en apego a la ley, valores y principios y que lo mismo había ocurrido durante la campaña electoral 2019.

Lo antes mencionado, nos confirma que de un tiempo a esta parte los políticos han perdido por completo la vergüenza, como también la conciencia en lo que hacen, trastocando valores, actuando como aquella “famosa tía” de la historia cuando le dijo al nuevo presidente, que si robaba, lo hiciera poquito. Y como claro ejemplo a los capitalinos nos consta que el mes pasado y el presente el Alcalde de la Municipalidad de Guatemala y candidato, se haya mantenido entre eventos culturales, populares, sociales y hasta religiosos con tal de “quedar bien” con sus futuros electores celebrados en los mercados, en conciertos, en los parques Central y Centenario, en “El Amate” y hasta en los jardines de iglesias de colonias residenciales que mandó a construir o remozar con ese mismo propósito. Por ello, los vecinos sin compromisos políticos podemos decir con franqueza que eso, aquí y en la China, es utilizar ilegalmente fondos públicos para actividades proselitistas.

En los días subsiguientes leí y escuché comentarios que judicialmente se había actuado con el premeditado fin de causar daño al partido Unionista, tan solo dos días antes de las elecciones a la imagen del candidato a alcalde que hoy lo desempeña interinamente pero, ¿es que ningún chapín se había enterado de lo que había venido ocurriendo?; ¿por qué no lo pensaron antes o mejor todavía, no renunció al cargo para evitar suspicacias?; ¿será que a la lógica ciudadana no le parece correcto que si a los ministros, por ejemplo, se les obliga a renunciar a su cargo con seis meses de anticipación si es que quieren ser candidatos a presidente, lo mismo debieran hacer todos los que aspiran a cargos de elección popular, para no ser acusados de abuso de poder, financiamiento electoral ilícito, fraude y peculado?

Los resultados de las elecciones fueron un voto de desconfianza para el Alcalde ahora ganador, pues basta analizar que el bajo porcentaje de votos que recibió si lo compara con la gran mayoría que demostró estar en contra de su candidatura, resulta ser una franca demostración de rechazo a su gestión.

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