Migrantes centroamericanos abordan una balsa en el río Suchiate, en la frontera con México. Foto La Hora: AP Marco Ugarte

Ayer el gobierno trató de explicar la solicitud de envío de tropa norteamericana para asegurar la frontera e impedir el paso de migrantes de Guatemala hacia México y la mejor explicación que se le ocurrió a la Canciller Jovel fue decir que se trata de una confusión generada por la prensa, no obstante que el diario Washington Post publicó con detalle la gestión realizada por el congresista de Texas, Vicente González, en el sentido de blindar nuestra frontera con México para atajar el paso de centroamericanos que se dirijan hacia Estados Unidos, idea surgida en las conversaciones que mantuvo con el Embajador Espina, de Guatemala.

Si Guatemala solicita tropa para cuidar la frontera y detener la migración, obviamente no puede entenderse como una labor humanitaria sino eminentemente represiva. Cierto es que hay tropa realizando labores de construcción en el país, pero esa misión nada tiene que ver con la que propuso el Embajador de Guatemala al congresista González y que éste se apresuró a plantear a la Casa Blanca como la gran solución al tema migratorio, porque nuestro país permitiría que soldados de Estados Unidos asuman el control de nuestra frontera. No es un invento periodístico sino resultado de las reuniones de Espina con el congresista en las que se habló de esa especie de solución definitiva al tema.

Soldados para impedir la migración solo serían aquellos que estén dispuestos a usar la fuerza para impedir el paso de migrantes. No hay tales de ayuda humanitaria en ese sentido porque humanitario sería evitar el abuso y la represión en contra de quienes, de acuerdo al derecho internacional, buscan refugio en otro país debido a las deplorables condiciones existentes en su lugar de origen. Y la presencia de tropa para impedir la migración no tiene nada que ver con el derecho internacional, sobre todo porque se sabe que las milicias, en cualquier lugar del mundo, están preparadas para librar guerras y adiestradas para eliminar a los enemigos.

Si se busca ayuda humanitaria hay que pensar en la Cruz Roja Internacional o entidades de ese tipo, pero que ahora nos vengan con la patraña de que el Ejército de Estados Unidos vendría masivamente a la frontera para actuar de forma humanitaria con los migrantes es inaceptable.

Y el tema de la soberanía, que ahora tratan de minimizar al verse descubiertos en la contradicción por los argumentos anti CICIG que utilizó el gobierno, por supuesto que se ve afectado si, como dijo González, Morales está dispuesto a permitir que el Ejército de EUA se haga cargo de la frontera.

Redacción La Hora

post author
Artículo anteriorEl voto de los jóvenes
Artículo siguienteTrump dice que los aranceles van; México prevé acuerdo