En estos días se habla de una auténtica danza de millones puesto que el gobierno asume una deuda en bonos extranjeros de más de nueve mil millones de quetzales, mientras que se denuncia que los más inútiles ministerios han gastado aceleradamente en 20 días más de 134 millones en erogaciones que tienen todo el tinte de ser utilizadas para la compra de votos, todo ello en medio del reclamo que hacen los exsoldados para que se les otorgue un resarcimiento que rondaría por los 144 mil millones en otra operación que, evidentemente, tiene marcado tinte electoral, como se deduce de las declaraciones del presidente de Avemilgua publicadas por Prensa Libre.

Ello sin contar lo que gasta el Tribunal Supremo Electoral en la realización de las elecciones del mes próximo y lo que invierten los partidos políticos en su propaganda que ahora no es en medios sino mediante la vieja práctica de la compra directa de los votos.

Y para un país que vive en las dramáticas condiciones existentes para el contingente de pobres que sigue creciendo, a pesar de que muchos de ellos diariamente salen del país en busca de futuro en el Norte, es realmente motivo de alarma ver esa forma en que se produce una tan abrumadora danza de millones que no tendrán ninguna incidencia en mejorar el desarrollo humano y la calidad de vida de los habitantes de la República.

La diputada Nineth Montenegro hizo recuento de lo que han gastado los Ministerios de Ambiente, de Desarrollo, de Agricultura y de Cultura y detalla que se trata no sólo de compras para nutrir el reparto de bienes propio de nuestras campañas, sino que además se hace contratación de personal temporal que estará devengando sueldo únicamente para los días que faltan de aquí a que se celebren las elecciones en primera y segunda vuelta.

En el caso del aumento de la deuda externa mediante la colocación de eurobonos por 1.2 mil millones de dólares, sin asomo de pena o vergüenza se afirma que se trata de recursos que vendrán para cubrir las necesidades del gasto público que, como sabemos, básicamente se destina al funcionamiento del Estado y no para inversiones productivas que tengan impacto en el nivel de vida de los guatemaltecos.

Mientras que una movilización de exmilitares, que persigue el apoyo al candidato favorito de la asociación de veteranos, tendría el efecto de crear obligaciones para el Estado de 144 mil millones de quetzales, cifra inmensa que llevaría a una crisis sin precedentes en las finanzas públicas.

Redacción La Hora

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