Jorge Morales Toj
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En tres semanas serán las elecciones generales y más de ocho millones de guatemaltecos empadronados estamos llamados a ir a ejercer nuestro derecho al sufragio y elegir a Presidente, diputados y alcaldes municipales, sin embargo, el panorama electoral parece algo nublado.
Las últimas resoluciones de la Corte de Constitucionalidad, que dejaron fuera a Zury Ríos y a Thelma Aldana, dejan huérfanos a unos miles de votantes, quienes se veían representados en ambas candidaturas. La reconfiguración del mapa electoral, nos deja algunas inquietudes, especialmente quiénes van o quiénes podrían capitalizar esos votos huérfanos que dejaron ambas excandidatas. Por el momento, ningún candidato o candidata ha salido con alguna propuesta extraordinaria para atraer los votos de Zury y Thelma.
Quien tiene asegurado su pase a la segunda vuelta, es Sandra Torres, aún falta por definir quién la acompañará a la gran final. Los escenarios parecen ser inciertos. Las últimas semanas serán decisivas para que los candidatos a la Presidencia puedan demostrar algo nuevo e interesante para atraer a los votantes. Atraer los votos de mucha gente indecisa será la clave para definir quién pueda acompañar a Sandra Torres en la segunda vuelta.
El otro escenario que se podría generar sin Zury y sin Thelma es que crezca el abstencionismo y crezca el voto nulo, lo cual, favorecería directamente a Sandra Torres, debido a que los verdes, tienen un nicho electoral asegurado y con capacidad de mover su voto duro. Los demás partidos estarán dependiendo de la emotividad del ciudadano o de un milagro que los catapulte y los meta en la disputa del segundo lugar.
Mientras se define quiénes van a segunda vuelta, el pueblo de Guatemala sigue más preocupado en los problemas diarios: desempleo, inseguridad, corrupción, carreteras en mal estado, desnutrición infantil crónica, pobreza extrema, falta de tierra, destrucción de bosques, contaminación de ríos y fuentes de agua, entre tantos problemas. La ciudadanía percibe que los partidos políticos no han presentado propuestas serias para enfrentar los problemas estructurales del país y eso profundiza la apatía de la población.
Llama la atención que la juventud no tenga un mayor protagonismo, como muchos quisieran. La juventud rural está pensando en emigrar hacia las ciudades y otros emigrar hacia los Estados Unidos. Los jóvenes del área rural no encuentran oportunidades y no visualizan mejoras después del 16 de junio. La juventud urbana está en el día a día, sobreviviendo en la miseria, muchos perdidos en el desempleo y tratando de buscar alguna oportunidad. Los políticos no han sabido responder a las aspiraciones de la juventud guatemalteca.
Para bien o para mal, en estas elecciones, todos los guatemaltecos tenemos la oportunidad de cambiar la historia. Debemos buscar la opción que le brinde a Guatemala una ruta para salir de esta crisis política derivada de los grandes escándalos de la corrupción.
La cita con la historia no la podemos esquivar. Debemos enfrentar con sabiduría el reto con la historia que tenemos este 16 de junio de 2019. En nuestras manos está la posibilidad de elegir a los mejores gobernantes para el bien de Guatemala.