Francisco Cáceres

caceresfra@gmail.com

Nació en Guatemala el 19 de Julio de 1938; tiene estudios universitarios y técnicos en ciencias jurídicas y sociales, administración empresarial, pública, finanzas, comunicación, mercadeo y publicidad. Empresario, directivo, consejero y ejecutivo en diversas entidades industriales, comerciales y de servicio a la comunidad. Por más de 28 años consecutivos ha sido columnista en este medio.

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Francisco Cáceres Barrios
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Siempre he tenido en mente la frase que utilicé hoy en el titular de este comentario, porque debiera formar parte del conjunto de normas que los servidores públicos deben utilizar para la toma de sus decisiones, pues bien sabemos todos que todo el tiempo se pasan haciendo todo lo contrario. Comprendo que un alcalde en busca de la reelección y durante su campaña electoral, su tendencia sea responder afirmativamente a todas las peticiones que le hagan o que, con tal de quedar bien, organice eventos que a su personal criterio, le proporcione puntos favorables a su popularidad, a pesar que hay otras carencias para el vecindario mucho más importantes que atender pero, jamás debiera olvidarse que hay mucha gente que, formando parte del conglomerado social, no se les debiera provocar su pérdida de paciencia, especialmente cuando se incrementa el ya de por sí cúmulo de problemas que todos los días a los capitalinos nos afectan.

Aplaudo la idea de la alcaldía municipal de Guatemala de favorecer a los aficionados al ciclismo, para que practiquen su deporte en horas de la noche, pero debiera hacerse en determinado circuito y así no afectar al resto de la población, porque eso de ponerse a utilizar varias vías de comunicación a todo largo y ancho de la urbe capitalina, cuando muchísima gente regresa tarde a sus hogares, por su horario de trabajo o porque deben aprovechar su tiempo para atender otras diligencias al final de la tarde, provoca sacarlo de sus casillas especialmente, cuando se les detiene en varios cruceros, por largos períodos de tiempo, teniendo que soportar que patanes del ciclismo, porque de todo hay en la viña del Señor, aprovechan para poner en alto el dedo medio de sus manos, en señal de desplante o burla. No, eso se llama abusar de la paciencia de los chapines y un mal día o noche, alguien encolerizado, va tirarles encima su vehículo motorizado provocando con ello una fatal desgracia. ¿Recuerdan aquel hecho ocurrido en la Calzada San Juan durante un bloqueo estudiantil de tránsito?

Me parece que fue exitosa la octava edición llamada de los 10K con más de 15 mil corredores, quienes abarrotaron las calles de la ciudad capital, el pasado 11 de mayo, a partir de las siete de la noche pero, sin razón se afectó a muchos conductores de vehículos, quienes fácilmente sobrepasan el millón, impidiéndoles el paso por sinnúmero de calles aledañas desde las cinco y media de la tarde, habiéndolos dejado sin un solo PMT para que velaran por el libre tránsito para no causarles perjuicios, en especial a los residentes de zonas dos, seis y dieciocho, cuando también esta competencia deportiva y tantas más, debieran circunscribirse a un circuito corto de extensión, para no colmarle la paciencia a los chapines, pues todos tenemos los mismos derechos y obligaciones. ¿Tan difícil es respetarlos por parejo y así preservar las normas de buena convivencia?

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