En el año 2015 un candidato que parecía estar fuera del sistema terminó ganando las elecciones y aunque después se despojó de la careta y ha sido prominente operador del Pacto de Corruptos, su participación alertó a todos los que viven en y para ese sistema de manera tal que se propusieron impedir, a como diera lugar, que alguien que pudiera ser una amenaza al status quo pudiera participar en los comicios de este año. Y específicamente se unieron todos para contener a la candidata Thelma Aldana, quien desde su función como Fiscal General cumplió con su mandato y fue pieza clave en la lucha contra la corrupción y la impunidad.

Ayer se produjo el último eslabón de la trama para impedirle participar en la contienda política y la resolución de la Corte de Constitucionalidad le cierra el paso como candidata presidencial. Ella ha dicho que acata el fallo y en consecuencia su aspiración para estas elecciones es capítulo cerrado, pero eso coloca en posición de gran importancia el voto razonado de la magistrada María Eugenia Mijangos, del Tribunal Supremo Electoral, puesto que el mismo es una descripción clarísima de la forma en que desde el principio se operó en diversas instancias para impedirle la inscripción como candidata a la Presidencia de la República.

Y ayer la misma Aldana explicó cómo funciona un Estado capturado por la corrupción que tiene control de la institucionalidad y que mueve hábilmente sus piezas para defenderse de cualquier amenaza externa. No son sólo el Ejecutivo y el Legislativo los que son presa de esa captura, sino que también lo es la Corte Suprema de Justicia, el Tribunal Supremo Electoral, la Contraloría de Cuentas y el Ministerio Público que se articularon para orquestar una situación que ayer alcanzó carácter de definitivo cuando la Corte de Constitucionalidad resolvió denegar el amparo interpuesto por el partido Semilla y el abogado de la señora Aldana.

Hoy seguramente se confirmará, en cambio, la candidatura de Sandra Torres quien ha logrado acuerdos importantes con el poderoso sector empresarial que antaño le adversaba pero que ahora la vio como la persona capaz de defender el sistema que aquella lucha contra la corrupción hizo tambalear a partir de 2015. Y decimos “vio” porque ahora, ya sin Aldana en el escenario, pueden buscar otros horizontes en los que encuentren más compromisos comunes y de allí movilizaciones como la de ayer que tienen muchísimo que ver con todo el panorama electoral que se le despeja al sistema y a los integrantes del Pacto de Corruptos.

Redacción La Hora

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