Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

La Corte de Constitucionalidad (CC) ya resolvió la primera de las tres candidaturas que más incidencia tienen en las elecciones generales y de esa cuenta es que Zury Ríos ha quedado fuera de la contienda. Ayer en CNN en Español con Fernando del Rincón, ella le “prometió” que no harían llamados a la violencia como ocurrió en el Jueves Negro por el caso de su padre y, en la noche, Roberto Molina Barreto dijo que no estaban organizando movilizaciones, pero que respetarían a quienes deseen hacerlo.

En la conferencia de prensa de la noche, al menos dos personas dan cuenta de personas que estaban haciendo el esfuerzo por conseguir apoyo y que hacían llamadas preguntando cuánta gente podían conseguir y si a eso le sumamos el mensaje de un supuesto simpatizante de Zury que, tras circular un mensaje en redes sociales, no contestó, pero que llamaba a encerrar a los magistrados, el panorama se puede complicar si no se acata la resolución de la CC.

Lo que formalmente han dicho es que acudirán a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y como bien dijo una colega, todos tenemos el derecho al pataleo y será interesante cómo, quienes alegaban soberanía absoluta en el caso de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) ahora manejarán acudir a instancias internacionales.

Pero ese acudir a la CIDH será su derecho y es mejor que recurrir a la violencia o peor aún a encerrar magistrados o a las apologías al delito que hacen algunos y como ya existe el antecedente que la desobediencia a la CC solo fue vigilada, hay quienes plantean que se debe hacer lo mismo y hasta se pasan a sugerir que a los magistrados que no favorecieron a Zury hay que “capturarlos”, lo cual solo sugerirlo es absolutamente ilegal.

Las resoluciones del máximo órgano se cumplen y punto a pesar de los esfuerzos de aquellos que desean preservar el sistema y que se han dado a la tarea de catalogar las resoluciones como la “intromisión de poderes” o la “dictadura judicial”.

Ayer, hoy o mañana alguien puede no estar de acuerdo con el fallo, lo puede criticar y decir por qué, pero lo que no se puede ni ayer, hoy o mañana es decir que no se cumplirá una resolución de la CC porque el cumplimiento de las resoluciones de los órganos competentes no admiten la opción de elegir si se cumplen o no.

Este Gobierno nos dejará muchos terribles legados pero uno de los peores fue esa desobediencia a la CC que no tuvo consecuencia porque una de las reservas que exigían era que quien debía investigar se hiciera de la vista gorda con los casos de incumplimiento por el tema de la CICIG. Insistir en el cumplimiento de lo resuelto por la CC no es más que la necesidad que prevalezca el orden y no sigamos cayendo más hondo en el precipicio del irrespeto al Estado de Derecho.

El impacto electoral por la no participación de Zury ahora es una realidad pero aún no se puede medir porque todavía falta la definición de otras candidaturas pero sin duda, muchos de los que hoy pintan de no tener “muchas posibilidades” se relamen los bigotes y esperan con ansias el miércoles para saber qué pasará con Thelma Aldana y Sandra Torres, especialmente porque saben que si participa solo Sandra ella acarrea un voto de rechazo tipo Baldizón en el 2015.

Falta trecho por ver pero, insisto, lo que no se puede es incumplir lo resuelto por la CC y hacerlo como lo hizo Jimmy Morales, sería caminar en un camino no solo peligroso, sino ilegal.

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