Raymond Wennier

raymondwennier@yahoo.com

Estadounidense residente en Guatemala hace 46 años. Maestría en Administración Educativa, Memphis State University, Memphis, TN. Licenciatura en Pedagogía y Administración Educativa, Universidad de San Carlos de Guatemala, Colegiado activo 410. Trabajo: En áreas urbana y rural guatemaltecas. Consultor Educativo. Docencia y Administración Educativa. Publicaciones: Alrededor de 600 artículos sobre temas educativos de 1,980 a la fecha. Autor del libro "Liderazgo, una nueva conceptualización", 1987.

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Raymond J. Wennier
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Analizando la situación en Guatemala, escuchamos un clamor de individuos y organizaciones sociales que piden tener mayor participación para tomar mejores decisiones sobre la atención local de las necesidades urgentes que al resolverlas aporten progreso que mejore la calidad de vida de toda la población y no solamente de unos cuantos.

El nuevo “papel” al que me refiero, corresponde a la Presidencia de la República. Dicen que el Presidente y el Ejecutivo no son ejecutores de planes. Utilizan el concepto de “administración” que quiere decir que consideran que el Presidente es un “manager”, un administrador. Opino que el Presidente tiene que ser el líder nacional que sigue una visión establecida para la Nación.

Hay características de un líder que debemos observar en los candidatos antes del 16 de junio. Hablando de ellos quiero presentarles cuál es este nuevo “papel”.

El nuevo papel del Presidente es ser el coordinador nacional, de acciones concretas para iniciar el proceso con miras a resolver los problemas presentados como prioridades nacionales y locales.

En empresas y en educación se habla y enfatiza la necesidad de tener una actitud de trabajo en equipo. En educación se habla de integración entre materias. Pues, el gobierno central debe tomar esos ejemplos e integrar los esfuerzos entre ministerios y producir trabajo en equipo.

Un ejemplo sería la desnutrición del 47% de los niños menores de cinco años. ¿Cuáles serían las entidades a formar un equipo? El Ministerio de Salud, el de Educación, la SESAN, las ONG que ya trabajan con efectividad y el Ministerio de Agricultura. El Presidente sería el coordinador de ese equipo. Ya sé, me van a decir que no es papel de un Presidente; argumento que sí es su papel si realmente quiere lograr algo bueno para la Nación. De un día de catorce horas de trabajo, el Presidente debe invertir el 70% en esa coordinación. Es la actitud para obtener mejores resultados.

Características observables en un Presidente son, entre otras, honestidad, humildad, respeto, confianza. Si pide respeto, ha de respetar; en equidad (muy diferente a igualdad) de los pueblos, saber que no hay dos pueblos iguales, cada uno tiene sus urgentes necesidades particulares. Es el “coordinador” quien tiene que asegurar que cada comunidad tenga sus legítimos representantes que trabajen en equipo, con la meta de solucionar las necesidades priorizadas como urgentes y de beneficio colectivo.

Si el Gobierno es del pueblo, hay que dejarlos participar en la solución de sus propias necesidades.

La característica principal del nuevo “papel” del Presidente, es ser líder horizontal y no vertical; aquí ha de demostrar ser verdaderamente humilde.

En otra oportunidad hablaremos de la confianza de dar más participación a la mujer en la economía local. La mujer es conocida por la responsabilidad en el pago de sus deudas. Préstamos, fondos entregados en forma escalonada, con asesoría constante antes y durante el desarrollo de proyectos y un seguimiento efectivo y continuo, las llevará a triunfar en lo que se proponen.

Si un candidato no posee como su mayor característica CONOCER al pueblo, ANALIZAR sus necesidades y CREAR OPORTUNIDADES, no debe optar al cargo.

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