Jorge Morales Toj

Maya K’iche’, Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogado y Notario, con estudios de Maestría y Doctorado en Derecho Constitucional. Pacifista y Defensor de los Derechos Humanos.

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Jorge Morales Toj
jorgemoralestoj@gmail.com

El Primero de Mayo, desde Quetzaltenango inició la caminata denominada “Marcha de la Dignidad, por la Vida y la Justicia”, en esta manifestación pacífica están participando cientos de personas de distintas comunidades indígenas y campesinas, de diversos departamentos y organizaciones sociales. Con claveles rojos, que simbolizan la resistencia de los pueblos y consignas contra la corrupción y la impunidad caminaron a paso lento, pero seguro y el día 8 de mayo llegan a la ciudad capital.

Los marchistas han recorrido más de 200 kilómetros a pie y la solidaridad recibida en Totonicapán, Nahualá, Los Encuentros y Sacatepéquez y varios lugares del altiplano de Guatemala fue de hermandad total. Las principales demandas de la marcha son: denunciar la corrupción y la impunidad; hacer conciencia a toda la población que las elecciones no van a resolver los problemas del país y denunciar la criminalización contra los defensores de la Madre Tierra.

Muchos se preguntarán, ¿por qué comunidades indígenas y campesinas siguen caminando cientos de kilómetros para hacerse oír? La respuesta es sencilla, porque nunca los han escuchado y por medio de estas manifestaciones pacíficas, se alza la voz y ponen en relieve ante la opinión pública nacional e internacional la grave situación de pobreza y exclusión que viven las comunidades indígenas y campesinas y en este caso concreto, la denuncia de la criminalización que sufren los defensores de la Madre Tierra.

La defensa de la Madre Tierra que lideran los pueblos indígenas, debe ser una lucha de todos los guatemaltecos comprometidos con la vida, comprometidos con el bienestar de las generaciones venideras. La lucha por el agua, es una lucha que todos los guatemaltecos debemos asumir, porque al final de cuentas todas y todos somos habitantes temporales de la Madre Tierra y todos los daños que se causan a las montañas, a los ríos y todos nuestros bienes naturales tiene efecto directo en la vida de todos los seres vivos.

Mientras los hermanos caminan y van entrando a la ciudad capital, un nuevo caso de corrupción presentó la FECI del Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). El caso denominado “Subordinación al poder Legislativo al Ejecutivo: Una expresión de la captura al Estado”, ilustra cómo el Congreso de la República y los diputados están al servicio de intereses corporativos en detrimento del bienestar de todos los guatemaltecos. Nunca olvidaremos como dos ancianas de Quetzaltenango fueron llevadas a la cárcel y criminalizadas por defender sus propiedades ante esa nefasta ley que el Congreso aprobó para favorecer a una empresa telefónica.

Queda al descubierto, cómo se impulsan y aprueban leyes en favor de grandes empresas de manera exprés y por qué temas de importancia nacional como la Ley de Desarrollo Rural Integral, o las reformas a Ley de Minería y Energía han quedado sepultadas para seguir favoreciendo intereses de grandes corporaciones.

La Marcha por la Dignidad nos llama a seguir luchando contra la corrupción y la impunidad y a defender a la Madre Tierra. El MP y CICIG nos recuerdan que la lucha contra la corrupción no es ideológica, es asunto de legalidad.

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