Roberto Arias
Los acontecimientos mundiales, ahora, se mueven a velocidad portentosa, dado el variante e intenso sistema tecnológico que nos hace ver los sucesos en el mismo momento en que están sobreviniendo en cualquier parte del mundo. Estos procesos permiten que los gobiernos con sistemas más avanzados tecnológicamente puedan acelerar y afinar sus planes para llevar a cabo la invasión y cooptación de los países menos científica y económicamente dotados.
Latinoamérica está ahora aún más bajo peligroso acecho. EE. UU. ha perdido mucho terreno en la dominación que ha tenido casi desde la colonización del Continente y no tarda Latinoamérica en caer en revueltas internas formadas por el interés de dominación de otras fuerzas exógenas que traerán capitales muy sólidos en el afán de conquistar políticamente y por ese medio.
Los EE. UU. intentarán seguir como hicieron en su expansionismo territorial continental y extra continental, desde 1873. Únicamente debemos pensar que no será como cuando le quitaron enormes territorios a México. Usarán el sistema de confusión, polarización y guerras intestinas en los países, como lo han hecho en Oriente. Mientras más muertos, menos objeción y más claro el panorama.
Como parte de eso, seguramente mantendrán esa parte de los Protocolos de los Sabios de Sión que dice que para gobernar bien a un país, debe mantenerse el caos, que es lo que generalmente han hecho en los países del mundo que se han dejado manipular por los gringos, como evidentemente ha ocurrido con el Continente Latinoamericano, desde México hasta la Tierra del Fuego, en La Antártida Argentina.
El Diario La Hora, el 15 del corriente, página 32, nos anuncia que “China defiende su rol en América Latina tras declaraciones de Pompeo”. La noticia ocupa media página y en su entrada dice “China se ha definido hoy como un ‘amigo’ de América Latina, respondiendo a las ‘irresponsables’ declaraciones del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en las que advirtió a los países de la región en contra de la creciente presencia de Pekín y Moscú”.
Lu Kang, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino respondió a Pompeo y calificó de “irresponsables y sin sentido” los intentos de Pompeo de “difamar a China y sembrar y sembrar la discordia con los países latinoamericanos.”
Además ha acusado a Estados Unidos de usar América Latina como su “patio trasero”, recurriendo a “presiones, amenazas e incluso a la subversión”, y ha confiado en que los países de la región sabrán distinguir a “un verdadero amigo de uno falso que está ignorando las normas y propagando el caos”.
Creo verdaderamente que “países amigos” no existen. Siempre hay y habrá intereses muy fuertes en las relaciones entre los países. Creo también que en Guatemala, el problema de la cooptación es externa, pero también interna. Si los mismos guatemaltecos, hijos de madres guatemaltecas, no se vendieran por un plato de frijoles, Guatemala no estaría totalmente entregada a la cooptación exógena y endógena.
Es La Hora de recuperar Guatemala y Latinoamérica.