Cartas del Lector

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Edgar Villanueva

Esta semana me enviaron un video de esos que circula en las redes sociales. A pesar de que recientemente tomé la decisión de evitar consumir a destajo información circulada en redes, este video me llamó la atención inmediatamente. En resumen, el video muestra a un hombre trabajador, al que comúnmente se le llama obrero, siendo entrevistado sobre las votaciones que se llevarán a cabo en España en unos días. El entrevistado, mientras sostiene una caja que no parece ligera, expresa que votará por un partido con el que el entrevistador no está de acuerdo y se enzarzan en un estira y encoje que termina con ambos en desacuerdo, pero deseándose suerte y partiendo de manera amigable.

Además de llamarme la atención la intensidad, pero cordialidad, con la que ambos protagonistas discuten, me llamó la atención los temas que aborda el obrero y la manera tan simple como los propone. Estos pueden ser resumidos de la siguiente manera: a) quiero trabajo y mientras tenga un oficio y haya demanda cualquiera puede trabajar; y, b) no quiero que estén en manos de otros la restricción de mis libertades. Aunque podemos discutir sobre la validez de los argumentos con respecto a la temática específica del intercambio (derecha vs izquierda, violencia contra la mujer y eventos taurinos), hay poca discusión en que, en España y en Guatemala, lo que quiere el ciudadano “de a pie”, es trabajo y libertad.

Se puede percibir que ambos temas están asociados con un solo ámbito del espectro político, lo cual considero poco acertado, pues creo que ambos temas están en la agenda de la derecha y también de la izquierda. Por lo tanto, me extraña que no estemos escuchando más de los candidatos presidenciales sobre estos temas y que siga la perorata política sin contenido.

Volviendo al ciudadano “de a pie”, quien debería de ser el centro de preocupación del Gobierno y de los candidatos, pues es la clase trabajadora una de las grandes fuerzas que mueve al país, no veo que los candidatos estén ofreciendo algo atractivo a este segmento. ¿Cómo le voy a facilitar la vida al que se levanta a las 4 a. m. para llegar a un trabajo del que sale a las 6 p. m. para llegar a su casa a las 8 p. m. y repetir lo mismo seis días de la semana?

Responder esta pregunta es complicado porque requiere abordar muchos temas al mismo tiempo (transporte, salarios, acceso a servicios, mejora en la calidad del empleo), pero es clave para atraer a un segmento enorme y relativamente apático a la política electoral. Por otro lado, tenemos a aquellos de segmento similar solo que rural, los que necesitan de asistencia técnica, acceso a créditos y encadenamientos productivos y a quienes tampoco estamos atrayendo a las urnas.

Por lo anterior, quien quiera capitalizar de estos votos tendrá que tener la habilidad de explicar de manera simple cómo abordar retos que son muy complejos y de generar la confianza que ella/él es el indicado para solucionarlos.

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