Mynor Alejandro Alonzo Mencos

Nací en Ciudad de Guatemala el 14 de diciembre de 1989, estudié Ciencia Política en la USAC y soy activista organizado desde 2009. Anticapitalista, antirracista e integrante de #UsacEsPueblo desde su fundación en 2015. Considero importante construir nuevos discursos políticos con los que las personas se identifiquen y accionen para transformar su realidad.

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Mynor Alejandro Alonzo Mencos

¡No más corrupción! Es la exigencia que de a poco ha despertado a quienes habitamos las zonas urbanas para recordar que tenemos derecho a una mejor vida. Sin embargo, nos cuesta comprender que nuestra indignación no es más que la reacción ante un modelo político y económico, fundamentado en el despojo y la imposición, que perpetúa la pobreza y la desigualdad para lograr la acumulación de capital.

¡Justicia selectiva! Han vociferado con indignación durante los últimos años quienes históricamente han tenido el control del aparato punitivo desde que nuestro territorio se convirtió oficialmente en una finca administrada por incultos conservadores al servicio del mercado global que dirigen las grandes corporaciones de hombres blancos. Pareciera que descubrieron el concepto hasta que ellos mismos y sus lacayos empezaron a ser investigados por la cooptación y corrupción que mantienen en nuestro gobierno.

¡Desarrollo! Es el concepto que técnicos aspiracionales utilizan para hacer creer a la población que cualquier conflicto, despojo, deforestación o depredación a la vida es un simple sacrificio que beneficiará a todos y todas. Al parecer no les cabe en la cabeza que existan otras maneras para vivir en armonía con la naturaleza ni entienden que el rebalse del capital nunca funcionó más que para quienes sirven a la acumulación.

¡Luchamos por la vida! Es la consigna que mantiene el ánimo de comunidades campesinas, indígenas y/o religiosas que se organizan para proteger los ríos, lagos, bosques, selvas, mangles y el derecho a cultivar alimentos en lugar de productos de exportación. La organización ha sido la herramienta con la que enfrentan imposiciones abusivas de capitales caprichosos amamantados por gobiernos corruptos.

¡Terroristas! Es el grito de guerra con el que los servidores del poder y el capital justifican sus constantes actos de intimidación, asesinato y criminalización. Parecieran creer que su obediencia a los dueños de la finca les da superioridad moral para poder sancionar e imponer su limitado criterio a quienes habitamos esta tierra llena de vida que el capital interpreta únicamente como “riqueza”.

¡Libertad para Abelino! Exclamamos quienes observamos atentamente el juicio que abogados vinculados a empresas y militares corruptos mantienen contra un ciudadano que se organiza con su comunidad para detener los abusos de grandes terratenientes en Alta Verapaz. Es uno de los cientos de personas criminalizadas o asesinadas por defender la vida en las zonas rurales, mientras en la ciudad seguimos sin entender por completo los alcances de la corrupción en el país.

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