Félix Loarca Guzmán
El Derecho de Asilo es una institución muy antigua en la historia de la humanidad. Existen antecedentes del mismo desde la época medieval, erigiéndose en uno de los principales baluartes del movimiento internacional de los Derechos Humanos.
Desafortunadamente, el actual Presidente de Ecuador, Lenín Moreno, está sepultando este derecho que no solo es antiguo sino sagrado, al retirárselo al periodista australiano Julian Assange, director de la prestigiada publicación internacional WikiLeaks, quien desde el gobierno del Presidente Rafael Correa se encontraba refugiado en la Embajada del país sudamericano en Londres.
El asilo llegó a considerarse en la antigüedad como un derecho de gran trascendencia para preservar la vida humana. En palabras sencillas, el asilo es el lugar que confiere a las personas perseguidas, protección contra su perseguidor, particularmente contra un vengador que sigue la costumbre de la represalia.
Modernamente, el Derecho de Asilo se viene aplicando especialmente en los casos de perseguidos políticos, quienes buscan el amparo de Embajadas de países cuyos gobiernos son respetuosos del Derecho Internacional.
Tal como expongo en las primeras líneas de este artículo, en los últimos días se produjo un hecho no solo repudiable, sino perjudicial para el Derecho de Asilo, pues el Presidente de Ecuador, señor Lenín Moreno, retiró el derecho de asilo al señor Assange, que garantizaba su refugio en la Embajada de ese país en Inglaterra.
El jueves 11 de abril, Assange fue expulsado de la Embajada de Ecuador en Londres por el supuesto incumplimiento de un protocolo diplomático y detenido por la policía inglesa, en vista de una solicitud de extradición por parte de Estados Unidos.
Assange es reclamado en Washington por la filtración de cables diplomáticos, que la Casa Blanca considera que constituyen delitos como traición y espionaje.
El prestigiado periodista Santiago O´Donnell, explicó en un artículo publicado en “Página 12” de Argentina, que “es muy delgada la línea entre el periodismo de investigación y el terrorismo, así como entre el espionaje y la diplomacia.
Recuerda que el Fiscal General de Estados Unidos durante el gobierno del Presidente Barak Obama, el jurista Eric Holder, expresó su criterio que no se podía avanzar en el caso contra Assange sin entrar en conflicto con la primera enmienda de la Constitución de EUA que garantiza la libertad de expresión.
La decisión del Presidente Lenín Moreno, ha sido repudiada a nivel mundial por numerosos críticos, que la atribuyen a su intención de congraciarse con el gobierno de Washington.
El historiador guatemalteco Rafael Cuevas Molina, director de la Revista Electrónica “Con Nuestra América”, considera que la acción del señor Moreno contra Assange es un hecho lamentable que convierte al gobernante ecuatoriano en la mayor vergüenza para América Latina.
Cuevas Molina señala que “Algo se derrumba estrepitosamente ante nuestros ojos en el mundo. Una horda desbocada está siendo colocada en puestos de poder en los que se sienten con derecho para hacer las peores barrabasadas”.