David Napoleón Barrientos Girón
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Las muertes por accidentes de tránsito en Guatemala son la segunda causa de muerte violenta, convirtiéndonos en el cuarto peor país en siniestros viales en Latinoamérica, con un promedio de ocho víctimas mortales diarias; un problema de Salud Pública, pues además de los fallecidos y lesionados hay guatemaltecos que sufren consecuencias para toda su vida, impactando incluso en los bolsillos de las familias. Además, el costo que representa para el Sistema de Salud Pública, debido a que según estimaciones regionales más del 50 por ciento del presupuesto de los hospitales, se destina para atención y recuperación de lesionados por causas de siniestros viales, que además de saturar hospitales, congestiona la vía pública, al Inacif y al Sistema de Justicia, de tal cuenta que la intervención del Estado, es por demás urgente.
En el año 1996 el Congreso de la República de Guatemala, por interés social y del bien común, considerando garantizar el control del tránsito y la seguridad de las personas, por el crecimiento de la población, número de vehículos, el uso excesivo y descontrolado de la vía pública; decretó la Ley de Tránsito, la que en su Artículo 4 establece: que es competencia del Ministerio de Gobernación a través del Departamento de Transito, el ejercicio y aplicación de la misma ley. Tristemente durante veintitrés años, el Departamento de Tránsito no ha tenido resultados concretos en la seguridad vial, un indicador es que cuenta con tan solo 7 patrullas para el control del tránsito a nivel nacional.
Sin embargo en la actualidad, se puede identificar una gestión y dirección estratégica adecuada, la que en primera instancia, ha diagnosticado con precisión el grave problema de seguridad vial, luego ha reorientado su función de acuerdo a la ley que lo sustenta; ha acudido a la cooperación nacional e internacional para activar y fortalecer la seguridad vial, con una respuesta positiva; es en ese marco de cooperación, que el 28 y 29 de mayo del presente año se llevará a cabo en Guatemala el Foro Iberoamericano “La Seguridad Vial un Problema de Salud Publica en Guatemala”, con expertos del sistema Iberoamericano, que pretende crear el Consejo Nacional de Seguridad Vial y podamos caminar hacia una cultura de prevención de accidentes.
En este esfuerzo nacional es de suma importancia la expresión social, principalmente a través de las organizaciones no gubernamentales de víctimas de accidentes de tránsito, quienes han sufrido en el seno de sus hogares las consecuencias de la falta de atención a la seguridad vial, han perdido a los suyos y están dispuestos a contribuir con la sociedad en general.
Es urgente que la expresión política se sume a este esfuerzo, sobre todo el Congreso de la Republica: primero asignando urgentemente los recursos adecuados para tan importante tema, pues, una buena dirección y gestión requiere recursos suficientes; segundo, elevando de URGENCIA NACIONAL, este departamento a una Dirección del Ministerio de Gobernación o en el mejor de los casos a un Viceministerio; se necesita una gestión ágil para ser efectiva, lo que está en riesgo es la vida de los guatemaltecos.
