Cartas del Lector

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Marco Trejo

La contienda electoral que vivimos (2020-2024) se ha visto plagada por el infaltable discurso populista, un vocablo latino que significa hacer ofrecimientos que no van a cumplir, no porque no quieran, sino porque no se puede en muchos casos por las condiciones que vive Guatemala, en temas de tratados internacionales, en otros casos por la polarización social que se vive y sobre todo porque no se tiene una aplanadora de diputados en el Congreso que apruebe lo que ofrecen los politiqueros.

Unos personajes ofrecen sacar al Ejército a las calles para combatir en conjunto con la Policía Nacional Civil (PNC), la delincuencia común, lo cual no dio resultado, otros que van a aplicar la pena de muerte, tampoco se puede por los tratados internacionales firmados como Estado y otros han dicho que van acabar con las Maras, lo cual se pone cuesta arriba cuando se van a dar cuenta del estado en que se encuentra el ente policial, carente de profesionalismo y equipamiento.

Los politiqueros dan este tipo de ofrecimientos durante la campaña sin importarles que ellos mismos saben que no van a cumplir, pero como lo hacen para captar un voto, entonces utilizan argucias para tratar de convencer a un pueblo necesitado de funcionarios que nos saquen de la crisis en la que nos encontramos como sociedad, en muchos sentidos del diario vivir.

Lo que no se ponen a pensar es que un país como Guatemala lo que necesita es la reactivación de la deteriorada economía, falta de puestos de trabajo y sobre todo de inseguridad y violencia generalizada, la cual ha tenido una reducción de muchos índices, pero que no deja de enlutar diariamente al seno familiar.

Pero el mejor antídoto para estos mensajes falaces, es el análisis que se pueda hacer de lo que nos están ofreciendo, debemos de investigar, consultar o bien preguntar a un familiar o conocido sobre las dudas que nos crean los ofrecimientos electoreros de los candidatos a la Presidencia, Vicepresidencia, Alcaldía o Diputación, para no ser sorprendidos y que después lamentemos la decisión de voto.

Pero de lo que sí debemos estar claros, es que no todo lo que brilla es oro y no todo lo que escuchamos es verdad, por eso como ciudadanos tenemos la decisión, en nuestras manos, de votar y no dejarnos engañar con las artimañas de políticos nefastos, quienes tratan de llegar a un puesto público a costillas del engaño y del ofrecimiento populista.

Lo bueno es que con el uso del internet y de las redes sociales los guatemaltecos tenemos la posibilidad de investigar más a fondo sobre determinado candidato, lo cual es bueno para no desperdiciar el sufragio, el cual permitirá este próximo 19 de julio cambiar la mayoría de funcionarios públicos, quienes han estado por décadas mamando de la ubre del Estado, cuyo trabajo solamente ha dejado, en crisis al país, que tiene índices de desarrollo social muy deprimentes.

Tenemos la responsabilidad histórica de elegir nuevas autoridades y sobre todo que sean capaces y honestas, por eso es que tenemos que decidir de una manera consciente y no debemos dejar llevarnos por ofrecimientos, que únicamente conllevan una intención oscura, sin que tengamos la posibilidad de que nos saquen, de la situación caótica, en la que nos encontramos como sociedad.

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