Mientras en Guatemala el Ministro de Gobernación dice que se malinterpretó la información sobre el recorte de ayuda de Estados Unidos a las Fuerzas de Tarea Institucional y que la misma sigue porque se vive el mejor momento en la historia de cooperación entre ambos países, en Washington no sólo lo desmiente el Departamento de Defensa sino la misma Casa Blanca que anoche, según reporte de ABC News, anunció el recorte de toda la ayuda a los países del Triángulo Norte porque “no hacen nada para contener la migración”, ordenando al Departamento de Estado que proceda a operar el cese de la ayuda.
Gobiernos que no hacen nada, a ojos de Trump, para detener los flujos migratorios que son su principal caballo de batalla en la ruta a la reelección que deberá decidirse a finales del año 2020, terminan siendo inútiles no sólo para sus fines sino en general para encarar la problemática social, política y económica que expulsa a esa inmensa cantidad de gente que no ve más que en la migración su futuro.
Mucho se ha tardado Estados Unidos en entender que no se pueden hacer acuerdos serios con gobiernos corruptos que no se preocupan más que por el saqueo de los recursos públicos. Gobiernos que no ponen ninguna atención a los problemas que están en la raíz de la migración y que, engolosinados con el saqueo de los fondos públicos, se desentienden por completo de las obligaciones que tienen para con sus habitantes, los que se mantienen privados de seguridad, de salud y educación, lo que determina su pesimista visión del futuro que les lanza en brazos de los coyotes que ofrecen hacer realidad el llamado sueño americano.
La ineficiencia de las instituciones en nuestros países no es casual ni un fenómeno pasajero porque mientras persista la perversión del sistema político toda la institucionalidad se concentra nada más en satisfacer a los socios de la corrupción y por ello los enormes rezagos sociales existentes en el Triángulo Norte de Centroamérica, que se traducen en aumento de la pobreza que trae esa frustración y desesperación que obliga a la gente a emprender la dura aventura del trayecto a Estados Unidos con la esperanza de generar lo suficiente para aspirar a mejores niveles de vida para ellos y sus familias.
Para ser el mejor momento en las relaciones con las autoridades de Estados Unidos, menudo golpe el que significa esa calificación de inútiles que se hace de nuestros gobiernos que no pueden atender las causas profundas de una migración que se hace incontenible.