El linchamiento de unos extorsionistas cometido por taxistas que reaccionaron en defensa de un compañero que fue víctima de un ataque armado ha causado alarma en algunos sectores y lectores de La Hora expresaron el nivel de peligro e inseguridad que representa ese gremio porque, según dicen, han sido testigos de rápidas y explosivas movilizaciones de decenas de conductores de ese tipo de vehículos cuando alguien reclama a uno de ellos por abusos cometidos en la vía pública, lo que va agravando la situación de impunidad porque ello hace que se sientan con el poder de hacer lo que les da la gana, seguros de que sus colegas les respaldarán a la hora de algún problema, inclusive con la misma autoridad de tránsito.

Las modernas formas de comunicación facilitan que en cuestión de minutos se puedan reunir decenas de taxistas o de repartidores que se desplazan en motos y que también recurren a esas prácticas. Un lector comentaba que cuando reclamó a uno de ellos que le había pasado golpeando el espejo de su carro, se vio rodeado por decenas de motoristas en actitud agresiva defendiendo a quien había causado los daños a su vehículo.

Literalmente estamos viviendo bajo la ley de la selva con la que prevalece el más fuerte y en cuestiones de tránsito nadie puede competir con motoristas y taxistas organizados, lo que hace que sea sumamente peligroso para cualquiera el pretender un reclamo a sus derechos porque es obvio que ante la turba no se puede razonar y se corren gravísimos riesgos. Los lectores que plantearon la queja insistieron en la necesidad de hacer un llamado a los automovilistas para evitar confrontaciones con esos grupos porque ya se vio, en el bulevar El Naranjo, lo que puede ocurrir. En ese caso fueron linchadas dos personas sindicadas de atacar a tiros a otro taxista que se negó a recibir el teléfono que le querían entregar los extorsionistas, pero ese tipo de situaciones se podrían repetir por otras causas, entre ellas un simple pleito provocado por cuestiones de tráfico.

Como se dijo desde el día de los hechos, se trata de un efecto de la impunidad que caracteriza a nuestro Sistema de Justicia y la desesperación de quienes no ven que se pueda aplicar la ley, pero esa forma de empoderamiento que significa el actuar en turba para reaccionar precipitadamente puede dar lugar a tragedias totalmente desproporcionadas porque es muy difícil controlar y contener a las turbas que en grupo se vuelven fieras que pierden por completo cualquier atisbo de raciocinio.

Redacción La Hora

post author
Artículo anteriorBuzzFeed evidenció a los netcenters (México)
Artículo siguienteJuez bloquea requisito de trabajo para Medicaid