Jorge Morales Toj

Maya K’iche’, Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogado y Notario, con estudios de Maestría y Doctorado en Derecho Constitucional. Pacifista y Defensor de los Derechos Humanos.

post author

Jorge Morales Toj
jorgemoralestoj@gmail.com

El pasado lunes 25 de marzo del presente año, se lanzó públicamente el Pacto Ciudadano, un espacio organizativo articulador integrado por el Frente Ciudadano Contra la Corrupción, Autoridades Ancestrales, Mayas, Garífunas y Xincas, la Asamblea Ciudadana Contra la Corrupción, el Foro de Migrantes de Guatemala, el Grupo Interreligioso Centinelas, Socios por el Desarrollo y otras doce plataformas organizativas de distinta índole, con planteamientos importantes para el país. El esfuerzo es aplaudible, teniendo en consideración la coyuntura electoral y la crisis política que atraviesa Guatemala.

El Pacto Ciudadano tiene como valores y principios la tolerancia, el respeto, la honestidad, la ética y se caracteriza por el diálogo, la transparencia, el pluralismo, la inclusión y la integridad, entre otros, principios que hacen que el Pacto tenga fundamentos sólidos y proyección de futuro.

Dada la actual coyuntura electoral de nuestro país, resulta esperanzador que el Pacto Ciudadano ponga en la agenda algunos puntos denominados de No Retorno, entre ellos los siguientes temas: a) La observancia, el respeto y la promoción de los Derechos Humanos son base del orden social y jurídico por lo que no deben ser vulnerados ni tergiversados, b) El derecho a manifestación y protesta, y la libertad de expresión no deben ser criminalizados, limitados o reprimidos, c) La participación en el ámbito público no debe ser una profesión de quienes carezcan de vocación de servicio, ética y cualidades adecuadas, d) El Estado y lo Público no pueden volver a ser botín de actores y redes de corrupción, e) La corrupción no es aceptable, ni es una condición con la que la sociedad tenga que convivir, f) El fortalecimiento de los órganos de control como garantes de la transparencia y la cuentadancia de la administración pública no debe interrumpirse ni debilitarse, g) El mandato y naturaleza de las instituciones que luchan contra la impunidad y la corrupción no pueden ser distorsionados, h) La independencia de poderes y los balances republicanos no pueden volver a ser secuestrados por grupos de interés sectorial y criminal.

Los puntos de no retorno son demandas legítimas de la ciudadanía. Los partidos políticos y la clase política deben asumirlos como propios. La crisis política que han generado en los últimos años, tiene a Guatemala en un declive total y los puntos de no retorno, son la base para sacar a Guatemala de esta crisis.

El Pacto Ciudadano plantea algunos principios para la nueva clase política y demanda: a) Ética de servicio público, b) Transparencia y rendición de cuentas, c) Accesible y cercana a la ciudadanía, d) Capacidad y mérito, e) Deliberativa y mediadora, f) Participativa, plural y diversa, g) Prevalencia del bien común sobre el interés particular.

A la nueva clase política no se le demandan cosas del otro mundo, solo que cumplan los principios constitucionales requeridos para optar a empleos y cargos públicos. Solo se le piden que se funden en méritos de capacidad, idoneidad y honradez.

En el marco de los principios del Pacto de Ciudadano, todos los guatemaltecos estamos llamados a participar y a ampliar este gran Pacto en favor de Guatemala.

Artículo anteriorCorrupción, epicentro del temblor electoral
Artículo siguienteDe la incertidumbre a la tensión política, el entorno de las elecciones generales