Raúl Molina
Si le pusiéramos un lema a las elecciones generales de 2019, sugeriría: “No desperdiciemos el voto”. En primer lugar, cada ciudadano y ciudadana que pueda votar, debe hacerlo. La gran mayoría de quienes nos encontremos en el extranjero no podremos votar, por leyes y normas antidemocráticas e inconstitucionales. En una población estimada en tres millones de personas en el extranjero, no parecen estar habilitados para votar siquiera cinco mil ciudadanos y ciudadanas, todos en Estados Unidos, exclusivamente. El resto de quienes residiendo fuera del país queramos votar, tendremos que viajar a Guatemala para el 16 de junio y para agosto. En nombre de nosotros, los “expatriados” –al no gozar de derechos en nuestra Patria– pedimos a las y los ciudadanos en el país, en primer lugar, que sí voten, y, en segundo lugar, que no desperdicien su voto. Todo llamamiento al abstencionismo en estas elecciones solamente ayuda a quienes tienen el poder, es decir, al status quo de corrupción e impunidad. La forma de expulsarlos es masificando el voto de las personas honradas.
¿Cómo votar? Me sumo al llamamiento al voto cruzado, es decir no adherirse a un solo partido para el voto; podemos votar en forma distinta para binomio presidencial, listas de diputaciones, Parlacen y Concejos Municipales. Tiene que ser un voto inteligente, que vaya más allá de las simpatías. De las ocho propuestas progresistas para el binomio presidencial –excelentes candidatos y candidatas, por su probidad y capacidad– debemos identificar, dos semanas antes de la primera votación, cuáles son los que tienen mayor probabilidad de pasar a segunda vuelta. El voto inteligente nos debe hacer votar por uno de los dos binomios no corruptos con mayores probabilidades de llegar a segunda vuelta; votar por otro candidato o candidata sería simple y llanamente un desperdicio. Para esa decisión hay que prestar atención a encuestas y otras formas de sondeo, mejor si realizados por las fuerzas progresistas mismas. Criterios semejantes aunque más flexibles se deben aplicar para diputaciones en la lista nacional y miembros del Parlacen: emitir el voto por la fuerza progresista que tenga mayores probabilidades de ganar –una de las cuatro mejor posicionadas– a fin de lograr la mayor cantidad posible de legisladores no corruptos. Es obligado realizar un estudio cuidadoso de las posibilidades frente a la derecha corrupta. Igual a nivel departamental, con la idea de que las y los diputados con capacidad y honestidad se impongan sobre quienes vienen de los partidos corruptos y también en las elecciones para alcaldes y Concejos Municipales, en las cuales será más fácil identificar las mejores candidaturas para los intereses del municipio y votar por la persona idónea, sea del partido o comité cívico que sea. Es posible que para una determinada elección no haya candidatura por la cual votar, en cuyo caso, debemos ir a depositar nuestro voto, marcando nulo en la casilla correspondiente, para evitar fraude posterior. Es éste el cuadro que nosotros visualizamos para la primera vuelta, el cual tendrá que ser revisado para la segunda vuelta, al quedar más claro el panorama electoral.