Emilio Matta

emiliomattasaravia@gmail.com

Esposo y padre. Licenciado en Administración de Empresas de la Universidad Francisco Marroquín, MBA de la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile, Certificado en Métodos de Pronósticos por Florida International University. 24 años de trayectoria profesional en las áreas de Operaciones, Logística y Finanzas en empresas industriales, comerciales y de servicios, empresario y columnista en La Hora.

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Emilio Matta Saravia
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En este proceso electoral 2019, a pesar de mi gran escepticismo producto de la necedad de nuestras autoridades de no querer cambiar el sistema político actual (no entienden es un sistema totalmente fallido), he intentado informarme sobre los partidos políticos, sus candidatos a los distintos puestos de elección popular y sus propuestas de gobierno. El único plan de gobierno que he logrado encontrar con mis limitadas habilidades para navegar en internet, es el del MLP (Movimiento para la Liberación de los Pueblos), brazo político de CODECA.

Aunque no coincido ideológicamente con CODECA (lo he expresado en varias ocasiones en esta columna de opinión), me di a la tarea de leer detenidamente su plan de gobierno, ya que también creo que todos los participantes, sin importar su ideología, merecen como mínimo que sus propuestas sean escuchadas y analizadas. El plan de gobierno del MLP, muy bien redactado por cierto (es notoria la influencia de una o varias personas con un altísimo nivel de instrucción), es un plan muy general, que define los lineamientos que tendrá su gobierno, de salir electo, así como lo que llaman la Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional, El Buen Vivir y el Estado Plurinacional; sin embargo no termina de aterrizar en acciones concretas sobre los 10 ejes que lo conforman, los cuales son: 1) Funciones y modelo de Estado, 2) Medidas en materia de derechos humanos y colectivos, 3) Medidas en el sistema político, 4) Medidas en el sistema económico, 5) Medidas en el sistema de salud, 6) Medidas en el sistema judicial, 7) Medidas en el sistema de seguridad, 8) Medidas en el sistema educativo, 9) Medidas para la democratización intercultural y 10) Medidas de política ambiental. El documento también lleva una alta carga ideológica, lo cual es obvio y lógico, ya que es uno de los muy pocos partidos en el país que sí profesa una ideología clara, misma que hacen patente en su plan de gobierno (aclaro que manifestar su ideología en su plan de gobierno no es malo ni erróneo, todo lo contrario).

Este plan de gobierno considero que tiene dos falencias importantes. Una es su operativización en caso de que resulten electos. Hay una serie de acciones que proponen realizar en los ámbitos político, económico, de salud y educativo que carecen de planes de acción concretos y medibles y que, de no tenerlos, lo enumerado en el plan será un listado de buenas intenciones. La otra falencia es que no han medido que muchas de las acciones que pretenden realizar deberán pasar antes o después por el Congreso, y sin una mayoría legislativa o la negociación con distintos bloques parlamentarios, no las podrán llevar a cabo. El plan de gobierno presenta algunas propuestas interesantes que bien vale la pena discutir, y otras que, de ser implementadas, nos llevarían de regreso al siglo XX en materia energética y de telecomunicaciones.

Este plan de gobierno, sin embargo, es el único que he podido encontrar de los veinte y tantos binomios presidenciales inscritos, una verdadera lástima.

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