Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Durante muchos meses el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) trabajaron de la mano para ir sacando casos conforme estaban listos, sabiendo que en materia investigativa hay cosas que escapan la voluntad de los investigadores e incluso, todavía en alguna parte en el 2018 se siguió dando esa mecánica.

Pero todo cambió cuando el caso en contra de la UNE llegó al escritorio de Consuelo Porras porque ahí durmió el sueño de los justos y solo fue autorizado hasta que Sandra Torres había sido inscrita como candidata presidencial y ya tenía una inmunidad, que sumada al control y cooptación que hay en la Corte Suprema de Justicia (CSJ), le daban garantías de poder participar en la contienda.

Y traigo el caso a colación, porque no dejaron de llamar la atención las declaraciones del fiscal Melvin Medina la semana pasada que dijo “Cuando nos llega el expediente no los tenemos aún (informes), teníamos unos pero a criterio mío faltaban, todavía que enriquecer el expediente. Tuvimos que correr, tuvimos que analizarlo, venir día sábado y estar analizando para ver qué vamos a pedir”, dijo. La semana pasada Porras asentía con la cabeza cuando hablaba Medina.

Se sinceró el fiscal pero llama mucho la atención cómo es que esa prisa en un caso no se produjo en el otro. Todos en Guatemala debemos rendir cuentas pero no es secreto para nadie que Consuelo Porras fue electa por el principal aliado de Sandra Torres en esta coyuntura, que tanto Jimmy Morales y Sandra Torres tienen a Thelma Aldana entre ceja y ceja y que Consuelo Porras tiene una cuestión personal contra la ex fiscal.

No hay otra manera de entender ese “tuvimos que correr” como la manera en la que el MP quería asegurarse ante un juez que el proceso avanzara y quizá declararon la reserva porque es altamente probable que hayan pedido la orden de captura para asegurarse que Aldana quede fuera de la contienda.

Consuelo Porras, con ese doble rasero estaría despejando todo tipo de dudas y confirmando las condiciones bajo las cuales Jimmy Morales la habría nombrado. Podrá hablar mucho y decir que es una mujer de derecho, pero haber accedido a las peticiones de quienes operan para volver al pasado en un momento en el que Guatemala debate su futuro, la colocan como la gran aliada de quienes desean seguir manteniendo las bases de la cooptación.

Distinto habría sido para Guatemala que sus dos principales candidatas participaran con señalamientos legales y diera lugar para hablar de no idóneas, pero como eso afectaba a ambas se concentraron en el finiquito y en tratar de capturar a Aldana previo a ser inscrita, porque la intención es dejar fuera a una, mientras la que dio sus votos para modificar el financiamiento electoral sigue su camino por sus buenas gestiones que buscaron despenalizar el financiamiento, mientras estrecha las relaciones que también tuvieron en la campaña del 2006.

Mucha gente se quejaba del tema de Zury Rios y como me dijo un conocido el viernes, “hasta yo que no soy abogado leo y entiendo que ella no puede”; decían que aplicar esa ley era la judicialización de la política y será importante ver qué dicen ahora cuando detuvieron lo de Sandra Torres pero aceleraron lo de Thelma Aldana, buscando capturarla y dejarla fuera de la contienda.

Recuerde qué hizo el Congreso con el Contralor de Cuentas, cómo citó al Registrador de Ciudadanos y al Tribunal Supremo Electoral para presionar por el mismo caso de Aldana. La mejor muestra que los casos tuvieron un impacto para la realidad del país, es que la venganza está siendo bien ejecutada con apoyos claves como el de Consuelo Porras.

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