Cartas del Lector

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Edgar Villanueva

Esta semana llegamos a la trilogía de artículos titulados “¿Por quién votar?”. La primera semana analizábamos tres características que había que buscar en el binomio presidencial y establecíamos que su experiencia, liderazgo y capacidad gerencial, así como sus calidades morales, eran importantes para escoger. En el segundo artículo, nos enfocamos en temas de procedimiento, como el respeto a las reglas del juego y la presentación de declaraciones patrimoniales de los presidenciables y terminamos de la siguiente manera: “(…) quisiera saber quiénes integran el equipo de trabajo de cada candidato. A estos potenciales Ministros, Secretarios, etc. se les debería de aplicar la misma evaluación y requerimientos del binomio presidencial y analizarlos con rigurosidad. Solamente así podremos ir filtrando aquellos candidatos y equipos que puedan manejar el futuro del país.”

La importancia de conocer a los equipos de los candidatos nos la da la lógica y la experiencia. ¿Cuántas veces hemos visto gente con potencial rodearse de incapaces? ¿Desde hace cuánto tiempo venimos escuchando de las famosas “roscas” de los Presidentes? Aquellos que lo rodean oficial o extraoficialmente y que lo ayudan en el ejercicio del poder. Mi propuesta es simple, esas personas tienen que ser presentadas públicamente por los candidatos y en el momento de su presentación deberían de presentar sus declaraciones patrimoniales voluntariamente.

Este ejercicio nos daría dos ventajas: primero, sabríamos quiénes integrarán el Gabinete de Gobierno y podríamos analizar su liderazgo, sus capacidades y sus vínculos. Y, sobre todo, nos permitiría comparar los equipos de los diferentes partidos para poder darle nuestro voto al candidato que se rodee de la gente más profesional, competente y transparente. Creo importante recordarle al lector que, en este mundo, nada es perfecto, por eso nuestro estudio tiene que ser objetivo, pero no debe de enfocarse en la búsqueda de un equipo perfecto.

Uno de los elementos principales que yo estaré analizando será quiénes en los equipos tienen experiencia anterior en el servicio público. Si ya fueron ministros o viceministros (incluso directores), o si fueron diputados al Congreso y otras funciones públicas. ¿Por qué? Porque considero que tendrán una menor curva de aprendizaje que alguien que llega por primera vez a un puesto público. Esto no excluye a quienes provienen de otros sectores en donde han trabajado con excelencia, pero todos los que hemos servido en el Estado sabemos que a todos niveles las curvas de aprendizaje son profundas y le quitan un tiempo valioso a los equipos de trabajo para buscar sus objetivos.

Por otro lado, la publicación de declaraciones patrimoniales es un requisito esencial (y muy coyuntural). Creo que es momento de ser más estrictos en este tema, pues hemos tenido suficientes malas experiencias con exfuncionarios que han manejado las instituciones del Estado para su beneficio. Entiendo que una declaración tampoco me da 100% de seguridad, pero sí me demuestra que, por lo menos en estas instancias, el candidato y sus equipos no tienen nada que temer y que van de frente en la elección. Continuará.

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