Oscar Clemente Marroquín

ocmarroq@lahora.gt

28 de diciembre de 1949. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Periodista y columnista de opinión con más de cincuenta años de ejercicio habiéndome iniciado en La Hora Dominical. Enemigo por herencia de toda forma de dictadura y ahora comprometido para luchar contra la dictadura de la corrupción que empobrece y lastima a los guatemaltecos más necesitados, con el deseo de heredar un país distinto a mis 15 nietos.

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Oscar Clemente Marroquín
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Esta semana que está por terminar ha sido en verdad aciaga para el Gobierno en términos de sus relaciones con el resto del mundo porque su burdo proceder empieza a pasarles factura y tanto Europa como Estados Unidos y el continente americano envían claros mensajes de rechazo a las disposiciones del gobierno de Morales no sólo en términos de la lucha contra la corrupción y el combate a la impunidad, sino también en cuanto a su proceder en materia del respeto a elementales derechos humanos, entre ellos el de la libre expresión del pensamiento.

Primero fue el lapidario informe del Departamento de Estado que ya comenté ayer y en el que se hacen serios señalamientos que demuestran cómo el gobierno de Jimmy Morales se consumió el capital político que astutamente había amasado gracias a la decisión de jugar como perro faldero de la administración de Trump. Lo que durante varios meses le dio alas para atacar a la CICIG terminó por envalentonarlo de tal manera que se fueron sucediendo abusos y errores que forzaron la elaboración de un informe sumamente crítico en el que puntualizaron varias situaciones consideradas como lesivas no sólo a los derechos humanos, sino a los mismos intereses de Washington. Y es que hace días que desde allá se viene diciendo que la corrupción es causa del fenómeno migratorio que es la pieza clave de la política del gobierno republicano.

Pero ayer fueron más lejos, puesto que tras citar el mal uso de los vehículos artillados Jeep J8, la Embajada comunicó que se ha suspendido la ayuda militar al país, lo que sobre todo tiene enorme significado por el mensaje que están enviando. El uso incorrecto de la donación para las fuerzas de tarea, a lo que se suma la desafiante actitud del Secretario de Análisis Estratégico al decir que si tanto era el problema podían ir a dejar los Jeeps frente a la Embajada, tuvo consecuencias y destruye por completo todo lo que mediante la sumisión abyecta y el cabildeo habían logrado para que se les dejara mano libre para destruir la lucha contra la impunidad en Guatemala.

Coincidiendo con ese duro sopapo, el Parlamento Europeo emitió una resolución severamente crítica para el gobierno de Morales y de amplio y sólido respaldo a la Comisión Internacional Contra la Impunidad y un serio cuestionamiento al desmantelamiento del esfuerzo contra la generalizada corrupción.

Todo ello luego de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos había resuelto pedir que cese el trámite de la ley de amnistía que se tramita en el Congreso, tema que influye, y mucho, en la avalancha de reacciones adversas al régimen de Morales.

Por ello digo que se les vino el mundo encima y es que posiblemente desde los tiempos de Lucas no se veía ese frío en las relaciones internacionales de Guatemala que ahora es mérito de la tripleta que conforman Morales, Jovel y Degenhart quienes con sus numerosos acólitos se han encargado de acabar con cualquier resabio que hubiera dejado la cacareada apertura democrática que devino en la cooptación del Estado.

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