Francisco Cáceres

caceresfra@gmail.com

Nació en Guatemala el 19 de Julio de 1938; tiene estudios universitarios y técnicos en ciencias jurídicas y sociales, administración empresarial, pública, finanzas, comunicación, mercadeo y publicidad. Empresario, directivo, consejero y ejecutivo en diversas entidades industriales, comerciales y de servicio a la comunidad. Por más de 28 años consecutivos ha sido columnista en este medio.

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Francisco Cáceres Barrios
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Cuando era patojo y joven estudiante de secundaria y universidad era costumbre de nuestros padres y de tantos que tuvimos la suerte de conocer a nuestros abuelos, hablar en el círculo familiar de muchos personajes de la política que valía la pena leerlos o poner atención a sus discursos, a sus proyectos y a otro tipo de disertaciones. Es indudable que los tiempos cambiaron y también los personajes. De ahí viene la expresión que usamos los que tenemos muchos años encima: “otros tiempos fueron mejores”, especialmente ahora, en que estamos viviendo el noveno proceso electoral desde el año 1985 al presente, refiriéndome en particular a la elección de alcaldes del municipio de Guatemala.

Guardo en mi memoria personajes célebres como Juan Luis Lizarralde, Martín Prado Vélez y entre los más cercanos a Manuel Colom Argueta, a quienes muchos de mis contemporáneos también recuerdan con gratitud, a mi juicio, por ser modelos a imitar en el cargo de alcalde del municipio de Guatemala. Todavía tengo muy presentes sus planes y proyectos no solo para resolver los clásicos problemas referentes al agua potable, a la recolección y manejo de la basura, al tránsito de vehículos automotores y la no contaminación del ambiente, porque ya se vislumbraba entonces la llegada en gran cantidad de vehículos automotores, como el crecimiento urbano de la ciudad, la que también demandaba más zonas y edificios residenciales.

Por ello es que repetidamente se agolpan a mi mente esos recuerdos, más cuando compruebo que todavía hay muchas vías de comunicación en malas condiciones que las subsiguientes administraciones no mejoraron, peor aun cuando se dejaron de atender debidamente por más de quince años en que solo se hicieron arreglos cosméticos dejando de atacar las grandes deficiencias que ahora seguimos padeciendo, entre otras, la correcta planificación y exigencias de un código estricto para la construcción de todo tipo de edificios, en especial para la vivienda. De ahí que somos muchos los que le preguntamos a los aspirantes a la alcaldía municipal: ¿Qué planes tienen tan celosamente guardados que a estas alturas los futuros votantes todavía los desconocemos?

Por la índole de mis actividades cada día he podido apreciar en muchas partes del municipio la construcción vertical de viviendas, preguntándome siempre ¿estarán cumpliendo el código estricto para usar los adecuados materiales, equipamiento y seguridad de sus habitantes; adecuadas vías de acceso y salida, calles adyacentes, como que las zonas sean adecuadas para tales edificaciones, como que todas cumplen con las normas internacionales que existen para observarlas en prevención de accidentes y problemas consecuentes de la naturaleza que nos rodea?
Lo que lamentablemente a mí sí me consta, sin ser un profesional de la materia, es que a simple vista se mantienen los mismos estándares de inseguridad en la hechura de viviendas en sitios no precisamente más adecuados para construirlas, como que los edificios cada vez más grandes no son acompañados de la urbanística necesaria para los vecinos.

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