Roberto Arías

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Nació en la ciudad de Guatemala el 5 de mayo de 1942. Especializado en asesoría en comunicación, con especialización en medio ambiente. Estudió Comunicación en la Universidad de San Carlos de Guatemala y posee un postgrado en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales – FLACSO, así como un postgrado en Forestería y Medio Ambiente de la Universidad de Auburn, Alabama, EEUU. Ha conducido programas de radio y televisión, entrevistando a personalidades nacionales e internacionales.

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Roberto Arias

Hace años, en esta columna se ha recalcado que Álvaro Arzú Irigoyen ha sido lo más nefasto que ha producido la tierra guatemalteca. El daño físico y económico que este funesto personaje hizo al país habremos de pagarlo a través de un mínimo de tres generaciones.

Arzú fue un fulano que rompió los paradigmas de la voracidad y la codicia, ante un pueblo que le apoyó con su temor y su silencio. Ahora que ya está muerto y enterrado, sus aprendices -parientes y testaferros- están con las manos sueltas y veremos más adelante los desmadres que harán antes de las elecciones, para aprovechar su actual empoderamiento político y municipal, con el fin de dejar al municipio en condiciones más lastimosas que su maestro, quien dejó a la Capital de Guatemala en las paupérrimas condiciones a la vista –tráfico y pésimas condiciones infraestructurales que no corresponden a una de las más grandes ciudades del tercer mundo–.

El 16 de febrero de este año refiriéndose a los prolongados cortes del servicio de agua, Diario La Hora publicó en esta misma columna lo siguiente: “El truco, como ya fue denunciado anteriormente en esta columna, es que el agua se la roban todas las noches del año para llenar las pipas de los vendedores de agua que pertenecen a empleados altos y medios de la municipalidad y Empagua, según fuentes de alta credibilidad”.

Conversando de nuevo con un amplio grupo de vecinos que viven en zonas tan pobladas como la zona dieciocho, la zona seis, gran parte de las zonas uno y otras adyacentes denunciaron que el servicio de agua ha sido cortado en esos mismos sectores desde el miércoles 27 de febrero y, a la fecha de escribir esta nota, jueves 7 de marzo de 2019 P.M., no ha caído una sola gota en los hogares.

Son 9 -Nueve- días sin recibir una sola gota de agua, sin aviso ni auxilio alguno, en donde en muchos años muy pocas veces ha faltado ese servicio. Empagua ha dicho que la suspensión se debe a los trabajos de construcción del paso a desnivel en la trece avenida y calle Martí zona 6”.

Los vecinos denuncian, con miedo, que lo que realmente ocurre es que los de los altos mandos municipales, ahora multimillonarios, antes de las elecciones se autorrecetaron licencias de construcción para Condominios en diferentes zonas de la Capital y están llenando las respectivas cisternas que, dicen, con el volumen de dos piscinas cada una, con dinero y agua de los capitalinos.

Mencionan un condominio en construcción situado en la 15 avenida y 7ª. calle de la zona 6, que pertenece, según dicen, a Enrique Godoy García –Quique Godoy-. Los vecinos lo aseguran fehacientemente, aunque aún no dieron prueba escrita de ello. También mencionan el multifamiliar que construyen detrás del IGSS, en zona 6.

Dice un dicho chapín que “Cuando el río suena… es porque piedras lleva”. Godoy García es primo de los hijos de la primera esposa de Arzú Irigoyen, Silvia García Granados.

¿Quién autoriza multifamiliares en una ciudad sin agua? ¿Y el Estudio de Impacto Ambiental?

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