Oscar Clemente Marroquín
ocmarroq@lahora.com.gt
Interesante resultó el evento de la fundación de Dionisio Gutiérrez justamente al inicio de este proceso electoral, y fueron ilustrativas las exposiciones de los invitados que trasladaron no sólo su propia experiencia sino que analizaron también nuestros retos y dificultades. Pero lo que más me llamó la atención, si todo lo pudiéramos resumir en lo sustancial, fue la afirmación de Gutiérrez de que el plan de gobierno de Jimmy Morales es simplemente mantener la captura del Estado.
Y lo digo porque viniendo de un empresario que pertenece a la élite del sector, abordar la cuestión de la captura del Estado es en realidad fundamental ya que es justamente el vicio que nos tiene como estamos. Cuando Jimmy Morales recibió su financiamiento electoral ilícito se entregó en brazos de los que se han encargado todo el tiempo de esa captura del Estado, misma que se produce cuando desde las campañas electorales los mismos de siempre son los que ponen el pisto para los políticos, quienes usan parte de ese recurso en campaña y parte se lo embolsan como soborno anticipado mediante el cual venden literalmente su alma al diablo.
Sostengo que el más valioso aporte que Iván Velásquez ha hecho a Guatemala fue el avance en los casos de cooptación del Estado porque, como él mismo dijo, allí está el pecado original de la democracia guatemalteca. Es a partir de ese siniestro mecanismo que se condiciona el funcionamiento de todas las instituciones para que sirvan a aquellos intereses que buscan hacer sus negocios y agenciarse de más privilegios, sin demandar jamás que la institucionalidad sea efectivamente puesta al servicio del bien común. Algunos financian campañas para asegurarse contratos como proveedores del Estado y otros simplemente para que se les mantengan los privilegios que han gozado a lo largo de muchísimos años. Pero en resumidas cuentas, todo ese financiamiento es parte de la corrupción y proviene de la forma corrupta en que se administra al país.
Y lo más triste, que no se dijo, es que el plan de Morales y las élites que le manipulan, se ha ido concretando de tal manera que ya se eliminaron los castigos que se habían logrado establecer para castigar el crimen del delito de financiamiento electoral ilícito. Se habla mucho del Pacto de Corruptos y mucha gente lo asocia con los diputados, los gobernantes y algunos jueces, pero no se ven los verdaderos titiriteros que son los que maniobran para eliminar esos castigos y los que ahora, nuevamente, abrirán el chorro del financiamiento para garantizar que únicamente puedan llegar los que hicieron acuerdos con ellos. En otras palabras, que sólo tengan opción los que se comprometan a mantener esa captura del Estado de la que habló Dionisio Gutiérrez.
La captura del Estado o su cooptación, como la calificó la CICIG, es una realidad incuestionable y a los dineros de la corrupción se suman los del narcotráfico que ha logrado enseñorearse en el país gracias a la complacencia de autoridades de todo tipo y nivel que se les han vendido.
Esa captura es la verdad más grande que se dijo ayer y es la causante de casi todos los males de la Patria.