Félix Loarca Guzmán
Los diferentes medios periodísticos de Guatemala han informado que en las elecciones generales previstas para el próximo 16 de junio, tendrán la oportunidad de participar los candidatos postulados por veintisiete partidos políticos.
En las últimas semanas, algunos de esos grupos proclamaron a sus aspirantes a los puestos de Presidente y Vicepresidente de la República, procediendo a realizar los respectivos trámites de inscripción ante las autoridades electorales.
En las elecciones también podrán tomar parte candidatos a diputados, así como los interesados en alcanzar posiciones como alcaldes y en los demás puestos de las corporaciones municipales.
La proliferación de partidos políticos con sus distintos planteamientos casi todos carentes de contenido y banderas diversas, parece ser un abanico de colores sin definición y sin ningún atractivo para el electorado.
A pocos meses del evento eleccionario, entre los potenciales votantes hay mucha apatía. No se percibe ningún entusiasmo como consecuencia de la mezcla de desencanto y frustración por la mala actuación de la clase política, y el pésimo desempeño del gobierno del señor Jimmy Morales, especialmente por su actitud de falta de respeto al orden constitucional y a las normas más elementales del derecho internacional.
Además, sus erráticas decisiones contra la CICIG, no han favorecido la lucha contra la corrupción y la impunidad. En el campo de las relaciones internacionales, se alineó con los peores intereses pretendiendo vulnerar el principio de libre autodeterminación de los pueblos en relación al caso de Venezuela.
Al respecto, es justo reconocer que el Grupo de Lima formado por gobiernos de extrema derecha de la región con el propósito de desestabilizar al gobierno de Caracas, el pasado lunes durante una reunión en Bogotá, Colombia, sorprendió a la opinión pública al emitir una declaración mediante la cual rechaza la posibilidad de una intervención armada contra Venezuela.
El documento formula un llamado para que prevalezcan la postura democrática y el respeto por la vida. También afirma que el diálogo es el único camino para el logro de la paz.
Volviendo al tema de las elecciones en Guatemala, entre los ciudadanos existe un impresionante desencanto por la democracia del sistema capitalista. Ante las anomalías denunciadas sobre el funcionamiento del Renap, algunas personas ponen en duda la pureza del próximo proceso eleccionario. Los Magistrados del Tribunal Electoral han dado muestras de su clara identificación en favor del desarrollo de elecciones en donde se respete la voluntad popular, pero pueden existir factores ajenos a la buena voluntad y la objetividad de esos funcionarios.
Si bien algunos de los candidatos no son los mismos que han gobernado el país en las últimas décadas, en la práctica se trata de más de lo mismo. En ese contexto, el voto nulo podría tener un significado histórico, sentando un precedente contra las maniobras de los grupos de la clase dominante, que son los que tras bambalinas han estado detrás del poder real.