Raymond J. Wennier
El “Boys and Girls Club of America” encuestó a miembros de cuatrocientos de sus clubes en los Estados Unidos y los resultados los denominó “Teens Rate Soft Skills more vital than Hard Skills”. Dice que los adolescentes califican más importantes las habilidades no académicas, que las habilidades obtenidas en materias académicas.
Entre una serie de respuestas de habilidades de ambos tipos, las cuatro habilidades para los adolescentes, más importantes, son:
1. Autoconfianza
2. Comunicación
3. Liderazgo-natural y aprendido
4. Trabajo en equipo
En opinión de los adolescentes, estas habilidades son esenciales para tener éxito después de graduarse del nivel diversificado.
Los maestros que en su labor educativa dan énfasis a esas y otras habilidades similares, están apoyando a los estudiantes a obtener estrategias en las cuales puedan basar un aprendizaje más eficiente no sólo para sus años de estancia en la escuela sino también para obtener las tres Ls, “Life-Long Learning”.
El objetivo primordial de la educación, es formar para la vida y en relación al tema de enfatizar las habilidades de las tres Ls, sabemos que una persona correctamente formada para vivir una vida honesta y productiva, las habilidades que debe saber manejar, son más sociales y humanas como las siguientes:
1. Autodisciplina
2. Responsabilidad en lo que hace y responsabilizarse por sus acciones.
3. Interrelaciones con otros.
4. Resiliencia, poder sobreponerse a los obstáculos en la vida.
5. Involucramiento y participación en la vida escolar como práctica para poder hacerlo en la familia y en el trabajo. Poder sentirse parte de un grupo social y escolar con el sentido de estar conectados a los mismos.
6. Aprender cómo completar las tareas, el trabajo, un proyecto a largo plazo; ser capaces de trabajar a solas y también en grupo.
Dos cosas son esenciales, una, es mirar hacia el éxito en la escuela y la otra es lograr alcanzar la felicidad en la vida; estar conscientes de que estas habilidades no están sujetas a calificaciones porque no son parte directamente del contenido relacionado a las materias académicas. Sin embargo, son habilidades necesarias a lo largo de la vida.
Cuando se habla de las habilidades demandadas en el siglo veintiuno, las más mencionadas son las comunicaciones, la colaboración, la creatividad, el pensamiento crítico, el trabajo en equipo y la toma de decisiones.
Todas estas habilidades se aprenden y se arraigan durante los años escolares, desde los primeros grados para ser utilizadas el resto de la vida, ese aprendizaje que no termina nunca.
El “Life-Long Learning” es una actitud que la persona decide tener; seguir “estudiando”; tan amplio como la persona decida. Acorde a sus intereses. Continuar de manera formal; una iniciativa de uno mismo después de leer o tener una experiencia que despierta la curiosidad de profundizar un tema.
Ahora bien, lo anterior requiere una planificación distinta a la que el maestro está acostumbrado a elaborar. Además, las metodologías, técnicas y estrategias, también tienen que ser modificadas para atender bien la enseñanza del “Life-Long Learning”.