Juan Francisco Reyes

jfrlguate@yahoo.com

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Juan Francisco Reyes López
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Opinar, reflexionar, semana a semana, no es algo simple, se debe pensar y repensar sobre los temas que serán abordados, sobre las situaciones que nos afectan así como las que nos benefician; sin embargo, impresiona ver el número de personas que se le acerca a uno en los centros públicos, en los restaurantes para comentar sobre los diversos temas que se han abordado, tanto en reflexiones como en las opiniones vertidas al público.

Emitir nuestro pensamiento crea una enorme responsabilidad y carga moral porque no es igual que una persona de la cuarta edad esté preocupada por nuestro país, por la juventud, por lo que se hace y más grave aún por lo que no se hace, a que lo hagan muchachos de 20 a 30 años.

El sistema político nacional, los empresarios organizados que tienen los recursos para aportar e influir en las elecciones deberían hacer un análisis de lo que le están heredando a sus hijos, a sus nietos y a todos sus conciudadanos.

La carga de la vida diaria no le pertenece a una persona, le pertenece a todas y eso hace que a medida que se acercan las elecciones generales el panorama sea confuso; en muchos sentidos debemos hacer un esfuerzo porque el mismo se aclare.

La responsabilidad es individual y colectiva. En el próximo proceso de elecciones generales al que convocará el Tribunal Supremo Electoral, pueden existir varias personas que coloquen un cheque debajo de un plato y consideren que están contribuyendo de forma anónima y voluntaria al proceso electoral y que a cambio de eso no le deben nada.

Lo anterior es algo que todos debemos reflexionar, lo mismo se puede hacer con las carteleras y con otros medios económicos y sociales que se ponen a disposición de los candidatos en las elecciones.

Insistir en la responsabilidad ciudadana en un proceso eleccionario, insistir en la responsabilidad individual de pagar o contribuir en los resultados de una elección es algo que esta vez es más fuerte que en el resto de las elecciones que yo conozco a mis 81 años.

Ojalá y de alguna manera todos los de tendencia ideológica de derecha, los de la izquierda y los del centro meditemos al respecto y no simplemente hagamos las de Poncio Pilatos: lavarnos las manos.

Quienes más influirán en las próximas elecciones generales son los que nunca han votado; y los que nunca han votado la mayoría está en el extranjero esperando que su decisión haga una Guatemala más adecuada.

Estas elecciones nos llaman a meditar, a reflexionar y a opinar sobre las personas en quienes depositaremos nuestra confianza para que nos representen en la Presidencia y Vicepresidencia de la República, en el Congreso de la República, en las más de 340 municipalidades y demás puestos de elección popular.

Los jóvenes, adultos y ciudadanos de la tercera edad tenemos la responsabilidad de informarnos, de investigar previo a tomar la decisión de por quién votar. No hacerlo nos puede llevar a la circunstancia de emitir nuestro voto por alguien que se sirva de Guatemala y que No le sirva al país como lo haría alguien con visión de Estado, alguien que ama, que ama a su familia.

¡Guatemala es primero!

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