Rolando Alfaro Arellano
La vida es corta, pero a juzgar
por la obra de los que han sabido
trabajar bien, es larga.
Lucio Seneca.
Dedicado a los migrantes guatemaltecos.
Los recientes acontecimientos del sufrimiento que vienen padeciendo los migrantes guatemaltecos, que por necesidades económicas han tenido que pasar las fronteras de los países del norte, y que por tales circunstancias de pobreza y falta de trabajo, se ven en la obligación de buscar otras oportunidades para laborar fuera de las fronteras patrias, sin duda, que llama la atención de los guatemaltecos bien nacidos.
En qué cabeza cabe el querer ignorar la falta de trabajo en el suelo nacional, si desde hace décadas se han infiltrado grupos de politiqueros persiguiendo altos sueldos y bloqueando a los buenos y honorables habitantes de este territorio, muchos de los cuales poseen experiencia y nacionalismo bien nacido. La respuesta es más que obvia, pues en verdad que algunos habitantes de nuestro país, quizá por desconocimiento, o ignorancia votan, porque según éstos, les gusta como hablan.
Lo anterior, sin duda, llora sangre, pues a las pruebas nos remitimos, ello, porque más de la mitad de nuestras poblaciones no saben leer ni escribir. Qué pena que sigamos padeciendo tantos engaños, envidias, lucha de clases y malos ciudadanos.
Tan decepcionante es el criterio de ciertos guatemaltecos al confundir políticos por politiqueros, pues ahora, es de interés nacional, desenmascarar a los politiqueros de los políticos. Así, politiquero es el que se vale de todo para llegar a obtener las mieles del poder sin trabajar debidamente, y político es aquel ciudadano que habita la polis o ciudad, y se preocupa por el bienestar ciudadano, por tratar de mejorar el nivel de vida y el avance de sus conciudadanos.
Luego debemos preguntarnos cómo queremos que progrese la República de Guatemala, si hasta estos días esperamos encontrarnos con verdaderos guatemaltecos, los medios de comunicación no nos engañan, ya que desde hace muchos años nos vienen advirtiendo el debacle en el que se encuentran los habitantes del territorio nacional.
Finalmente, pensemos que la última palabra la poseen los buenos connacionales y que no olvidemos, como nos lo hiciera saber un expresidente, Guatemala es primero.
