Edith González
Llegamos.
Un nuevo año inició, mañana celebramos el Día de Reyes. Las familias y los amigos se reunirán para degustar la Torta de Reyes. Un motivo más para celebrar, estar juntos y despedir las fiestas.
El 2018 finalizó con muchos acontecimientos trágicos predecibles y prevenibles. Los niños quemados por cohetes en Mazatenango, Retalhuleu, Izabal y la capital y un adolescente que perdió sus dedos índice y pulgar de la mano derecha. Pese a las advertencias de los bomberos solicitando a los padres de familia vigilar a los niños durante la quema de pólvora. Lo que más bien debería ser una prohibición para que los niños no manipularan pólvora, que no es un juego, sino un arma letal.
Lamentamos los accidentes sufridos por personas mayores, quienes fueron atropellados mientras pretendían cruzar la carretera, en Cocales, la ruta a San Lucas, en Agua Blanca Jutiapa. Y uno más que además de atropellado, fue arrastrado 20 metros sobre el pavimento y perdió la vida. Es triste pensar que estas personas no llegaron a celebrar un año nuevo, pero igualmente es preciso que las personas mayores tengan asistencia de sus familiares, para evitar estas situaciones además de dejar al conductor del vehículo en una situación difícil para él y su familia.
Y claro los incidentes de la temporada con las coheterías que prendieron fuego. Gracias a Dios en esta ocasión no hubo niños quemados, aunque sí un adolescente.
Los accidentes de tránsito en la ciudad capital y las carreteras se elevaron a 178 dejando un saldo de 68 fallecidos. Con un caso insólito de una plataforma que cayó sobre un vehículo matando a cuatro miembros de una familia. Los accidentes de lancha en Amatitlán que dejaron dos personas desaparecidas.
Veintiocho incendios estructurales que devastaron viviendas, comercios y talleres sumándose a ellos los incendios forestales en todo el territorio nacional para un total de 115. El que más se lamenta por la pérdida de daños materiales cuantiosos fue el originado, según versiones, por la quema de un globo en la Calle del Arco, en La Antigua Guatemala. Un lugar donde toda actividad de ese tipo debe ser claramente prohibida, si las personas no son capaces de pensar que ese tipo de globos se deben quemar en sitios abiertos.
Y qué decir de los cobros ilegales, las estafas y extorsiones que personas individuales y comerciantes aprovechándose de la temporada realizaron. Como ofertas falsas o el caso de Miguel Castillo de la empresa Servielectric, ubicada en la 11 avenida 4ª. calle Bulevar El Frutal, zona 5 de Villa Nueva, y sus socias Marilyn Lucía Castillo Bolaños y Lourdes Amanda Juárez Rodríguez. Quienes seguramente tienen un socio en la Empresa Eléctrica, pues cuando acuden hacer una acometida para un contador ofrecen realizar el trámite. Si no se acepta, aunque el dueño lo realice no llega la Empresa Eléctrica a colocar el contador y al pagar el dinero solicitado por el señor Castillo inmediatamente indica el día y hora que llegarán, pero él ya no se apareció a finalizar el trabajo ya cobrado y desconectó el celular. Caso denunciado a la DIACO.