Félix Loarca Guzmán
En el inicio del Nuevo Año es oportuno formular algunas reflexiones sobre el retroceso y el vuelco revanchista que ha habido en América Latina con el ascenso al poder de gobiernos retrógrados que están defraudando a los pueblos en sus aspiraciones por un orden de justicia en los cuales campea la burla al Estado de Derecho.
Se trata de gobiernos que están transitando un camino equivocado, entre los cuales figura el de Guatemala del señor Jimmy Morales, quien a pesar de la ostentosa campaña mediática utilizando a net centers, medios de comunicación pro oficialistas y otros mecanismos, mantiene una baja tasa de aprobación entre la población.
El historiador guatemalteco, doctor Rafael Cuevas Molina, escribió un artículo muy interesante que publicó en la Revista Electrónica Con Nuestra América, que se edita en Costa Rica, en el cual enfoca la resistencia y retrocesos en la región.
Dice que “Lo peor que pudo haber pasado es la victoria de Jair Bolsonaro en Brasil, no solo por lo que sufrirá ese país, sino porque instaura un ambiente de época reaccionario que resentiremos todos. Es la vuelta al revanchismo y de un neoliberalismo chabacano y prepotente”.
El historiador también se refiere al caso de Argentina con el presidente Mauricio Macri endeudando al país para la eternidad y haciendo todo lo contrario que dijo que haría cuando era candidato.
Pero también cita un hecho muy alentador y es que a la expresidenta Cristina Fernández no se le pudo imputar de nada, aunque hicieron el show y el escándalo, acorde con ese ambiente de época, y hubo quienes soñaron con verla tras las rejas como tienen a Lula en Brasil.
Agrega que también es mala noticia la victoria de Sebastián Piñera en Chile, de Iván Duque en Colombia y Mario Abdo Benítez en Paraguay. Toda una constelación, tal cual Bolsonaro en Brasil y Macri en la Argentina hacen competencia por ver quién queda mejor con Estados Unidos y cómo atornilla más sus respectivos pueblos.
El gobierno del presidente Jimmy Morales de Guatemala, no puede ser excluido del análisis, pues es un régimen poco o nada progresista, que capituló en la lucha contra la impunidad y la corrupción, promoviendo campañas de confrontación contra la Comisión Internacional Contra la Impunidad, CICIG, que auspicia las Naciones Unidas, negándose a acatar resoluciones judiciales de la más alta Corte de Justicia.
Precisamente la denuncia penal que el Gobierno promovió a través de la Procuraduría General de la Nación contra tres Magistrados de esa Corte, es una muestra que no respeta la autonomía de los poderes del Estado, poniendo en grave riesgo la estabilidad institucional del país.
Cuevas Molina dice que en este esquema desolador para América Latina sobresale la reciente victoria de Andrés Manuel López Obrador en México, que definitivamente abre una ventana que oxigena este panorama desolador y oscuro.