Félix Loarca Guzmán
El pasado sábado 22 de diciembre, a los 85 años de edad, en un centro hospitalario de la capital de Guatemala, el doctor Carlos Gehlert Mata, Médico y Cirujano, exministro de Salud Pública y exprofesor de la Universidad de San Carlos, emprendió el viaje sin retorno, dejando todo un legado de acciones sociales de gran envergadura.
Hace algunos años, un destacado profesor universitario de Guatemala decía que: “Napoleón trascendió en la vida más por su Código Civil que por las obras materiales y las batallas que en su época lo hicieron famoso”.
Con ello, el profesor quería significar la importancia de los actos sociales, aquellos que no se ven o no se aprecian momentáneamente, en comparación con los logros materiales propiamente dichos.
Y es que en pocas oportunidades es posible valorar lo positivo de una política en el momento presente, cuando ésta sólo se verá materializada en el curso de los años. Este fue el caso del doctor Carlos Gehlert Mata, quien entre los años 1988 y 1991 se desempeñó como el segundo Ministro del ramo de Salud Pública de la llamada era democrática.
Será recordado como el mejor Ministro de Salud Pública que ha habido en Guatemala durante la época contemporánea, con una rectitud y honestidad reconocidas no solo en el ámbito nacional, sino también en los círculos internacionales.
Por su formación de salubrista impulsó actividades destinadas a dar prioridad a la medicina preventiva, dado que en un país como Guatemala agobiado por la pobreza, la prioridad esencial es salirle al paso a las enfermedades mediante procedimientos sencillos y baratos.
Su administración se caracterizó por el desarrollo de numerosas acciones preventivas como la Educación en Salud con enseñanzas elementales como hervir el agua o agregarle cloro.
Otras actividades de gran trascendencia fueron las campañas de Vacunación Infantil realizadas con los eslóganes de: “Es mejor vacunar que lamentar” y “Todos juntos por la salud de los niños, los cuales sentaron las bases para la erradicación de la poliomielitis y el sarampión.
Asimismo, el Plan de Salud Bucal para los escolares, dado que la caries dental ha sido una de las enfermedades más frecuentes, al grado que en el año 1988, aproximadamente el 98% de los habitantes, la estaba padeciendo o la había padecido.
Posteriormente impulsó la incorporación del flúor en el agua potable de la capital, logrando la firma de un convenio tripartito con la participación del IGSS, la Municipalidad Metropolitana y el Ministerio de Salud.
También promovió la incorporación de la vitamina “A” en el azúcar, para contrarrestar el riesgo de la ceguera. Favoreció actividades para prevenir el aumento de enfermedades de transmisión sexual, la diarrea y otras.
Gehlert Mata, de honda inspiración cristiana, seguramente se sentirá satisfecho en el más allá, por su fecunda labor y la enorme contribución a favor de la salud del pueblo de Guatemala.