Marco Tulio Trejo Paíz
Guatemala merece algo mejor para las nuevas generaciones, los politiqueros han dejado una huella de corrupción, de hacer mal las cosas y de aprovecharse de los impuestos, para beneficiar sus bolsillos y sus cuentas bancarias, lo cual nos ha dejado en un atraso social, porque carecemos de los servicios esenciales y de infraestructura.
Esta generación de politiqueros, no podemos llamarlos de otra manera, han venido a dar un mal ejemplo, ese ejemplo de los corruptos y muchas personas no quieren involucrarse en la función pública, porque se sienten tachados de ladronzuelos, por todo lo que han heredado los que actualmente están en los partidos politiqueros.
En todos los ámbitos de la administración pública, especialmente en el Congreso de la República, se ve y escucha cada zanganada que sucede, que no quedan ganas de irse a involucrar en este tipo de quehacer, ya que la gente honesta y honrada no se ve en este pantano de corruptela y sus familias se indignan al saber que quieren participar en el quehacer político.
Es necesario que los partidos políticos se reinventen y que empiecen a formar líderes, esos que tanto nos hace falta porque para la contienda electoral del próximo año tenemos inscritos 27 partidos políticos, como que fuera una gama de productos de primera calidad, pero que en realidad son los vehículos para el mejor postor para comprar un puesto público.
Se conoce que estos entes son usados para ofrecer apoyo electoral a cambio de grandes cantidades de dinero y compromisos que van desde una plaza fantasma hasta grandes proyectos de infraestructura, con el fin de que así puedan recuperar lo invertido durante la fase de campaña.
Por eso es imperante que se den cambios y que los jóvenes que vienen pujando, tengan la visión necesaria para cambiar la imagen de los politiqueros, esos seres que son mal vistos y que no tienen ningún tipo de moral para adueñarse de lo que no es de ellos.
De los 27 partidos políticos se ven varios que tratan de marcar diferencias, esperemos que así sea, porque sería un aliciente para el país, este país que necesita de cambios estructurales y profundos para ver un mejor horizonte y que las nuevas generaciones puedan optar a un futuro mejor.
No es posible que le estemos heredando a nuestros hijos y nietos, un país al borde del colapso, que no puedan encontrar una oportunidad de una mejor vida, porque los politiqueros nos han dejado en la banca rota con tanto robo descarado que nos tiene de rodillas, a un Estado, para atender los más mínimos servicios públicos a la mayoría de guatemaltecos que están necesitados de un apoyo estatal, para lograr palear problemas de educación, salud, carreteras e infraestructura, que les permita desarrollarse.
Es necesario que todos los guatemaltecos tomemos conciencia en dónde nos encontramos y que si hacemos bien las cosas, podemos salir adelante y que las generaciones que vienen puedan tener un mejor país para demostrar que los guatemaltecos estamos hechos de algo mejor y no de lo que ven en este momento en la administración pública.
Esto nos hace reflexionar que tenemos que fortalecer la administración de justicia, ese ente que es el encargado de velar porque las leyes se cumplan y que los dueños de lo ajeno dejen de saquear las arcas del Estado, pero para esto se necesita mucho trabajo y gente honesta que trabaje en beneficio de las mayorías, que están sedientas de justicia. ¡De lo que si estoy seguro, es que Juan Pueblo los juzgará!