Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com
Para bien o para mal, el mundo moderno, incluyendo Guatemala, hace obligatoria la información en salud.
Un médico, una institución hospitalaria privada o pública no es dueña de los resultados de la medicina general o de la medicina particular, ni de los laboratorios que realiza como institución.
Muchos de los centros hospitalarios de la medicina actual, en 24 horas tienen disponible la información personal de quien les solicita sus servicios y gracias al sistema de cómputo esa información la pueden compartir en menos de 24 horas con un cardiólogo, un neumólogo, un diabetólogo y 6 o 7 especialistas más, lo que hace que esa información en común les permita tomar decisiones y acciones de qué medicamento recetar, de qué medicamento suspender y a qué conclusiones llegar.
Esto se le aplica al concepto de información en general. La información archivada es propiedad del paciente, no es propiedad individual del médico al que se consultó o del laboratorio al que se le pagaron sus servicios.
Por eso, es tan importante que se vaya uniendo en redes de información el sector público con el sector privado y así lograr un mejor resultado a favor de todos los guatemaltecos.
Esta información no solo es importante a nivel nacional, también a nivel internacional porque si un paciente tiene que salir de emergencia al extranjero, y lleva su número personal de registro, éste podrá solicitar en cualquier país como México, Estados Unidos, Canadá o Europa, que la información se ponga disponible a través de sistemas electrónicos y sin duda alguna contribuirá en dos sentidos: primero hará que el sector público o privado en el extranjero permita en carácter de urgente la información y segundo demostrará que los resultados u opiniones de los médicos y de los laboratorios estarán disponibles a favor del paciente en cualquier país del mundo.
Esperemos que cada día la información pública, propiedad del paciente individual, pueda ingresar no solo en Guatemala sino en el extranjero, y beneficiar con la información de salud a todos los pacientes que la requieran.
Con ello se estaría demostrando que los sistemas de información individual están accesibles, tanto local como internacionalmente, porque la información que tienen los hospitales Herrera Llerandi, Centro Médico, la Esperanza y todos los hospitales privados no va a ser un bien privado sino información pública a la que se pueda accesar sin mayores limitaciones por quien pagó para que se reproduzca esta información.
Por consiguiente, la información debe ser un beneficio público general y no un beneficio privado en donde nadie regala nada, todo es una inversión privada y pública, que se debe aplicar no solo a la medicina sino al interés común de todos los servicios de Guatemala y del extranjero.
¡Guatemala es primero!