Juan José Narciso Chúa
Las fuerzas a favor de la corrupción y la impunidad han venido construyendo un cerco en contra de todos aquellos sectores que plantean una nueva época, contra todos quienes se atreven a cuestionar el sistema. Han creado una pinza dejando al centro a aquellos quienes se oponen a seguir igual, han delineado una estrategia que viene desde el Ejecutivo, en donde a pesar de las manifiestas incapacidades y limitaciones, se dirigen las acciones para ahogar a todos los que se encuentran en medio.
El cerco se inició con el anuncio oficial de la no continuidad de la CICIG en Guatemala; luego vino la imposibilidad de retorno del Comisionado Velásquez y ahora la desobediencia a la resolución de la CC en donde se determina el retorno del Comisionado al país.
El Congreso de la República modificó la Ley Electoral y de Partidos Políticos principalmente el delito de financiamiento electoral ilícito y así evitar que los secretarios generales tengan inconvenientes legales para recibir “donaciones” anónimas, así como salvó de procesos penales al actual mandatario, a otros secretarios generales y a empresarios que aceptaron haber dado ese tipo de fondos al partido oficial.
Se emitió otra ley para dañar al Diario La Hora, para afectarlos seriamente en sus ingresos y así quitarle protagonismo en su esfuerzo contra la corrupción y la impunidad, en la cual sus directores y columnistas hemos mantenido una lucha abierta en contra de estos grupos.
La destitución de Haroldo Sánchez de Guatevisión fue otra de las muestras en donde el “cerco del ahogo” actuó para quitarse de en medio a otro de los periodistas que siempre fue crítico de las actuaciones de este bien llamado Pacto de Corruptos.
La detención y proceso de Carlos Vielmann, implicó un nuevo cambio en este cerco cuando el CACIF y los miembros más prominentes de las élites salieron en su defensa, señalando de nuevo a la CICIG de actuar en forma selectiva, e igualmente, indicando el CACIF que se iba a convertir en un observador permanente de la actuación de la justicia, mientras firmaba un convenio con el TSE para también ampliar su espacio de cuestionador de primera en las actuaciones de dicho tribunal durante el proceso electoral.
Para todos los que se encuentran y nos encontramos en el centro de este auténtico “abrazo de oso”, no ha sido fácil observar cómo se genera una amplia mancha que absorbe, bota y afecta a todos aquellos que buscamos construir un país y una sociedad distinta, pero está bien claro que esa lucha no es fácil, ni tampoco absurda, pero que en el camino podemos ser víctimas de ese proceso lento de asfixia para reducir nuestros esfuerzos para el cambio.
Hoy, sin duda, la lucha va a ser en el campo electoral, un caso totalmente contrario a lo que ocurrió en las elecciones pasadas. El peso del ahogo se resiente, sin duda, pero la motivación de seguir adelante, a pesar de las adversidades, se mantiene. La lucha continuará.