Cartas del Lector

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Jesús Alvizures
Chus@tribunadelaverdad
Chus.Alvizures@gmail.com

Llevo años escribiendo sobre la pobreza que se da en las áreas marginales y caseríos del país; impuesta esta a los ciudadanos por los gobiernos que se suceden, en especial en la época navideña. Yo he oído a nuestra humilde gente decir este año estamos mal. Pero el otro primeramente Dios estaremos bien.

Bello que la esperanza no muera aunque nunca llegue ese día de aprisionar la felicidad con solvencia económica y moral. Y tener para comprar los tamalitos, las uvas, las manzanas, el famoso ponche navideño y junto al sencillo arbolito los juguetes de los niños, aun estos sean de paca, pero le llenan de alegría.

Ahora los gobiernos e instituciones solo se preocupan de ellos mismos; el pobre que viva y pase su Navidad como pueda. Ataño no a tanta distancia se aplaudía que la Primera Dama de la Nación a través de la Secretaría de la Presidencia les celebraba la Navidad a la gente pobre y sus niños desposeídos estos de don dinero. Después se dio en sobrevaluar los regalos y ahora etiquetarlos con algún nombre o partido político; es a lo que se llama hacer proselitismo con las finanzas del arca del Estado.

En la actualidad hay divisionismo en el área política; porque muchos quieren cooptar la impartición de justicia y pretenden acondicionar las leyes; hay desobediencia y eso es antidemocrático porque aquí en Guatemala nadie es superior a la ley.

Hay partidos que ya están dando a conocer sus candidatos con personajes sin historia ni trascendencia, su currículo ha sido Faro sin luz. En 2019 la ciudadanía no se dejará engañar con falsos ofrecimientos de campaña que culminan siempre ahogados en el mar de la corrupción.

Desde la época de la Revolución caída del régimen Arbencista de nefasta historia mercenaria que lo derrocó, el pueblo se ha viso arrollado por los políticos en el poder. Los malos Congresistas quieren abolir los poderes de la nación consignados en la Constitución de la República de Guatemala.

Dicen que defienden la soberanía, pero la realidad es que la quieren atropellar; porque la soberanía es del pueblo no del gobierno de turno.

Como un recordatorio de una buena obra en Navidad el exalcalde Álvaro Arzú compartió con los pobres y otros que se colaron. Si se critica lo malo de sus diferentes gestiones algo positivo hizo en Navidad, no todo fue nefasto. Nunca fui su partidario, ni me gusto su forma de privatizar los bienes del Estado; pero hay que referir la verdad.

En la actualidad urge la rehabilitación de correos y comunicaciones de Guatemala: volviendo a establecer un sistema de servicio eficiente de acuerdo al desarrollo de la tecnología universal. Las redes digitales no todos la manejan.

Ahí estamos y si quieren ver más, vean a su alrededor.
“La palabra se hizo para decir la verdad y no para ocultarla”.

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