Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com
En las últimas elecciones que se realizaron en nuestro hermano país México, se presentaron nuevamente tres binomios, y por primera vez el binomio que quedó electo es el que representa más a la mayoría de ciudadanos que provienen de la izquierda, la derecha y el centro; es decir, es un conjunto de ciudadanos que está señalando que deben de haber formas sociales que tiendan a proteger y a representar un poco más a la izquierda.
Ello significa que los programas de gobierno que presenten los diferentes candidatos, especialmente en Guatemala, deben responder a que las personas desean cambios estructurales, que lleven una mayor distribución de la riqueza.
En una democracia, la reducción de la clase media es grave, y por eso los partidos políticos que tienden a presentar programas que distribuyan la riqueza son sumamente importantes.
La clase media es en realidad la que hace actualmente que prospere y se desarrollen los partidos políticos representativos, por ello, es tan importante que en las candidaturas presidenciales se encuentren programas que lleven una clara señal de cómo aumentarán los salarios, de cómo se distribuirá parte del ingreso nacional, para que así el costo de vida de toda la población se redistribuya.
México, por primera vez en su historia ha cambiado los precios de los combustibles y ha permitido que esos productos básicos para la población se puedan adquirir sin subsidios.
En Guatemala deberá de preverse que los programas del siguiente gobierno no sean populistas, pero que sí sean de amplio espectro y lograr con ello que los grandes grupos de poder compren y vendan los productos de la Canasta Básica con base en la producción nacional e internacional.
El gobierno de turno no puede argumentar que la producción de combustibles en Guatemala es suficiente, y tampoco puede argumentar que los derivados de petróleo que se consumen en Guatemala sean superiores a los que se venden internacionalmente.
Si en Guatemala se subsidia la importación de huevos, de carne, de pollo o de cualquier producto, por el otro lado se vive produciendo con ventajas económicas que acusan a los productores extranjeros de lograr contrabando se estarán equivocando.
Nosotros debemos fomentar que de la misma manera en la que se exportan productos de México que son elaborados en ese país, se debe permitir la importación de productos mexicanos para que en Guatemala contemos con productos cuyos precios sean más competitivos como los jabones, los productos derivados del pollo, etc. de lo contrario estaremos creando un mercado artificial que no se justifica.
Recordemos que la clase media en Guatemala debe aumentar constantemente, y que los salarios deben ser competitivos para que baje la inmigración hacia los Estados Unidos, solo así lograremos que Estados Unidos no tome actitudes antiinmigrantes.
Esa reducción de la inmigración sería la prueba de que Guatemala puede generar condiciones que permitan incrementar la elaboración de muchos productos de forma competitiva.
¡Guatemala es primero!