Edith González

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Nací a mediados del siglo XX en la capital, me gradué de maestra y licenciada en educación. He trabajado en la docencia y como promotora cultural, por influencia de mi esposo me gradué de periodista. Escribo desde los años ¨90 temas de la vida diaria. Tengo 2 hijos, me gusta conocer, el pepián, la marimba, y las tradiciones de mi país.

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Edith González

Un defensor o defensora de los derechos humanos es alguien que exige justicia y dignidad para todos y todas.

Mucho antes que se creara la Organización de Naciones Unidas, ONU  y que se firmara la  Declaración de Derechos Humanos,  existieron muchas personas  que  hablaron, solicitaron y exigieron sus derechos.  También hubo muchas personas que por esa razón  fueron asesinadas

A lo largo de la historia  los grupos que  han ostentado el poder han mostrado  discriminación  hacia los otros, como una forma de sentirse más poderosos. Por ello las minorías  se han visto relegadas, discriminadas, atacadas y en la necesidad de revelarse ante esta situación desventajosa que les ha producido  dolor,  exclusión, muerte e incluso exterminio.

En los inicios del siglo XXI las personas a lo largo y ancho del globo terráqueo siguen sufriendo de discriminación, pero ahora  se atreven a levantar la voz a exigir  mejor trato y mejor calidad de vida.

Y según  Amnistía Internacional, una organización de defensa del derecho humano, algunos/as denuncian la corrupción y piden que quienes ostentan el poder respondan ante la justicia. Algunos/as exigen que los servicios básicos, como la salud, la educación y la vivienda, estén ampliamente disponibles. Algunos/as defienden el derecho de todas las personas a vivir de acuerdo con su propio género y orientación sexual. Algunas son mujeres que defienden el derecho de todas las mujeres a elegir su propia vivida libremente, sin ser obligadas a casarse o tener hijos. Algunos/as son campesinos/as y comunidades que quieren proteger su tierra frente a la contaminación y las empresas que esquilman recursos preciados como el agua y los bosques.

Son personas valientes, que están siendo atacadas por  su lucha en defensa de la libertad.

Sin embargo quienes tienen el poder, como los gobiernos y las grandes empresas, están tratando de silenciar a los defensores y defensoras de los derechos humanos, tildándolos injustamente de delincuentes, terroristas o “agentes extranjeros”. Hay defensores y defensoras de los derechos humanos a quienes se encierra por alzar la voz. La cifra de defensoras y defensores amenazados, agredidos e incluso asesinados es aterradora.

Hace 20 años, los gobiernos del mundo firmaron una declaración en la que se comprometieron a proteger a los defensores y defensoras de los derechos humanos. Este mes, esos gobiernos celebrarán una reunión especial en la ONU para debatir la situación.

Por  eso  Amnistía Internacional  busca  recaudar millones de firmas  que  serán entregadas por defensores y defensoras de los derechos humanos  exigiendo  protección real, no sólo palabras bonitas, solicitando  a los gobiernos  que celebren y protejan a los defensores y defensoras de los derechos humanos, especialmente a los que están marginados y son atacados por su identidad de género, orientación sexual, etnia y raza, religión, estatus, discapacidad, edad o clase; y que dejen de atacar, difamar y estigmatizar a quienes luchan porque los derechos humanos se hagan realidad para todas las personas en todo el mundo.

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