Alfonso Mata
Es sabido que vulnerabilidades e inequidades limitan el desarrollo y más al unirse. No son los mandatos internacionales los que demandan: compromiso político, mayores posibilidades financieras, involucramiento de todos los sectores y actores sociales para el desarrollo de una agenda y la orientación de recursos. Pero cuando uno abre el Presupuesto, no entiende al igual que en años anteriores su fin.
Las razones de los fracasos son muchas se dice ¿qué se quiere decir con eso? Crisis económica para los programas nacionales enfocados al cambio ¿qué se quiere decir con eso? Acaso no hay crecimiento en los volúmenes de capitales bancarios, volumen e ingresos de exportaciones y entonces ¿por qué el deterioro del mercado nacional laboral, incremento en el alza de artículos de primera necesidad y baja recaudación? Y entonces ¿por qué caer en imposición de restricciones al Presupuesto de las finanzas institucionales responsables de desarrollo social; en general, al gasto social y de capital. Llegamos así a las preguntas ¿cuál es el peso de cada condición?, ¿dónde están los modelos y análisis que muestren la lógica del Presupuesto? ¡No somos babosos! pero no hay ninguna demostración pública al respecto o ¿es que esto es secreto de Estado y eso obliga a derogar millones más para el ejército y menos a la universidad, salud, educación, pues la cosa marcha bien y hay que protegerla?
¿Que los indicadores son mentirosos? Entonces, cómo podemos saber los daños y pérdidas en el acervo productivo y social y la razón del Presupuesto y gasto nacional. Tampoco sabemos con precisión medible, el papel de lo que se espera de cada inversión y su costo y viene entonces la gran pregunta ¿A quién y quiénes se benefician dentro del Presupuesto?
La pregunta popular es sencilla ¿con cada quetzal gastado en el Presupuesto? ¿qué obtiene quién? Bueno saliendo un poco del tema financiero ¿qué gana quién? Ganar social, emocional, capacidades, de qué tipo. Entonces cae uno al gran acontecimiento ¿cuál es la base objetiva de aprobación del Presupuesto? ¡No existe! ¡Claramente no existe! y entonces ¿en base a qué se aprueba?
No se preocupen –contesta un político: “Las remesas crecen y crecen y la gente sabe en dónde invertir esto. Y entonces aparece un gran escenario: sencillamente son realidades distintas la política y lo social, enumerarlas y confrontarlas no es necesario, preocúpense por llegar al poder y ya verán zapatero a tu zapato, cada realidad en su espacio y tiempo, hemos invertido y necesitamos la ganancia” ¿Es el objetivo del Presupuesto nacional, distribuir ganancias? Tómelo como quiera dice el político, muy sencillo: nosotros somos los que nos jugamos el pellejo, eso tiene costo; nosotros somos los que nos comprometemos, eso tiene un precio; nosotros somos los que lidiamos con los precios, eso tiene un costo; nosotros empeñamos dignidad y respeto ¿quiénes somos nosotros? No se haga el papo, todo el mundo lo sabe; nosotros lo que hacemos es cumplir con aquel dicho “obra en forma tal que lo que te cae en las manos sea un fin y no un medio” ¡sabio verdad! ajústese a la situación.