Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

La semana pasada el CACIF ofreció una conferencia de prensa y entregó un comunicado que entre otras cosas decía: “Hacer una reforma legal integral al Sistema de Justicia, con el objeto de fortalecerlo, mediante un proceso de diálogo que conduzca a acuerdos y en el cual debemos participar todos los guatemaltecos. Esto, con el propósito de superar los intentos fallidos en este tema”.

Y como en la vida hay que aprovechar los compromisos, es bueno preguntar para cuándo se acuerda la primera reunión, existiendo la necesidad de definir cuáles serán las bases de la reforma. No hay tiempo que perder puesto que el proceso de elección de cortes del 2019 ya inició y basta ver cómo se fraguó la semana pasada el Presupuesto del OJ, el antejuicio de Felipe Alejos y la candidatura de Fredy Cabrera para entender que ese proceso de elección ya lleva ratos.

Sabiendo que el sistema de Comisiones de Postulación está colapsado gracias al gentil patrocinio de la cooptación y sus diversos operadores (algunos de los cuales ya enfrentan proceso), el “diálogo” no lo podemos postergar más.

Gente “malpensada” se me acercó el fin de semana y me dijo que no había que hacerse ilusiones porque habrá algunos que querrán “debatir” cuando ya no esté la CICIG o cuando se hayan logrado niveles de impunidad tipo Alejos; en otras palabras me dijo, la intención no es real hasta que no se sienta que se tiene el control en torno a las preocupaciones que tienen.

Como en Guatemala estamos hasta el gorro de las apariencias, dobles agendas y para no darle margen a los “malpensados”, vale la pena que el año no termine sin que se defina la metodología y las fechas de discusión de las reformas al Sector Justicia.

Y además, hay que aprovechar el momento porque con esto de las reformas al financiamiento electoral quedó demostrado que alguna buena relación existe con al menos 80 y pico diputados del Congreso y con personajes como Sandra Torres y Felipe Alejos, lo que dará margen a que las cosas sí caminen en el Congreso si de verdad hay voluntad.

Los vicios del sistema han quedado claros y vemos a los buenos operadores del Sector Justicia luchar contra viento y marea y ahora faltará ver si el pedido de cambios responde a la genuina necesidad de fortalecer el Estado de Derecho o simple y sencillamente a la preocupación que ha invadido a muchos en los últimos meses. Nos hemos centrado en el proceso penal, pero los juicios civiles, mercantiles, fiscales (económicos coactivos), laborales, constitucionales, etc. también son un calvario que afectan no solo la certeza sino la economía misma.

Eso lo hemos sabido todos y en especial quienes han tenido un lugar en la mesa de decisiones y por alguna razón han optado por convivir con el sistema, ya sea porque estimaban que lo controlaban o porque el hombre es un animal de costumbres, pero el punto es que no se hizo nada y ahora que se habla del problema, hay que asumir compromisos inequívocos para cambiar nuestro corrompido y secuestrado Sistema de Justicia.

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