Francisco Cáceres

caceresfra@gmail.com

Nació en Guatemala el 19 de Julio de 1938; tiene estudios universitarios y técnicos en ciencias jurídicas y sociales, administración empresarial, pública, finanzas, comunicación, mercadeo y publicidad. Empresario, directivo, consejero y ejecutivo en diversas entidades industriales, comerciales y de servicio a la comunidad. Por más de 28 años consecutivos ha sido columnista en este medio.

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Francisco Cáceres Barrios
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Nuestros ancestros nos inculcaron la sabia enseñanza que dice: “Si quieres que te respeten, tú debes ser el primero en hacerlo” y bien vale la pena mantenerla fresca en la memoria especialmente cuando movidos por alguna mala experiencia sacamos de nuestro interior algún resentimiento. Digo lo anterior, porque a muchos guatemaltecos sobremanera nos desagradó que el presidente Jimmy Morales se haya referido al Comisionado de la CICIG en Guatemala, doctor Iván Velásquez de mala manera, en un evento público organizado por el Ministerio del Ambiente, el pasado viernes 23 de noviembre, diciendo: “aprovecho para saludar a los que quieren entrar y no van a poder, porque allá también se ve tele para que miren esta”, agregando inmediatamente -“esta transmisión pues”-, acompañado de risas y aplausos de los serviles de siempre. Esto pudo haberlo dicho dentro del círculo de sus íntimas amistades pero, ¿no es una patochada decir eso en público y más aún actuando en función oficial?

Esta triste actitud hizo caer en la vulgaridad a nuestro Presidente, además de ser una falta de respeto, que mal que bien pudiera aceptarse en un programa de televisión de la categoría de los que actuaba antes de ser primer mandatario pero, nunca al día siguiente en que se había divulgado el fallo de la Corte de Constitucionalidad declarando sin lugar las solicitudes de revocatoria presentadas por el Presidente, la Procuraduría General de la Nación, la Ministra de Relaciones Exteriores y el Instituto Guatemalteco de Migración que pretendían dejar sin efecto el unánime amparo otorgado al Lic. Alfonso Carrillo, que dejó sin efecto la decisión presidencial de no permitir el ingreso del Dr. Velásquez.

A juicio de expertos con tal actitud estamos frente a un caso de abierta desobediencia presidencial y de los funcionarios a cargo de las dependencias públicas antes mencionadas, lo que ahora prácticamente está obligando al Ministerio Público a actuar de oficio para que se cumpla lo resuelto por la CC sin embargo, cuando estamos viviendo en el terrible período de la tiranía de la corrupción, cualquier cosa puede suceder, lo que seguramente será objeto de análisis en otro comentario más adelante.

Pero, volviendo al tema, vale la pena traer a cuenta aquella frase de Winston Churchill, un modelo de líder absoluto que llevó a su nación hacia la victoria: “Las actitudes son más importantes que las aptitudes.” Y es que nuestro Presidente podrá ser señalado de no gozar de muchas “aptitudes” para ser buen líder y conductor de nuestro país para lograr su progreso y desarrollo, como para erradicar la corrupción y la impunidad pero, si tomara una “actitud” más positiva para tratar de resolver este conflicto, que lo único que le ha dado es desprestigio, fracasos y perjuicios, podría representarle que los últimos días de su mandato, al menos no fueran tan agobiantes y desagradables, ante el cada vez más notorio rechazo de la mayoría de la población.

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