Roberto Arías

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Nació en la ciudad de Guatemala el 5 de mayo de 1942. Especializado en asesoría en comunicación, con especialización en medio ambiente. Estudió Comunicación en la Universidad de San Carlos de Guatemala y posee un postgrado en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales – FLACSO, así como un postgrado en Forestería y Medio Ambiente de la Universidad de Auburn, Alabama, EEUU. Ha conducido programas de radio y televisión, entrevistando a personalidades nacionales e internacionales.

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Roberto Arias

Guatemala es un pequeño país centroamericano que ha sido copado por el miedo desde el momento en que los conquistadores tomaron tierra en estas costas recién descubiertas e iniciaron los asesinatos de indígenas con el fin de conseguir el oro que obviamente vieron que había dentro de los recursos naturales de la futura América.

Ese sentimiento de inquietud causado por un peligro latente para los pueblos originales, se arraigó como una inseguridad que, desde lo individual, se convirtió en colectiva. Así, el miedo en estas sociedades fue el estado de inseguridad sembrado desde el descubrimiento. Ese miedo colectivo se ha diseminado aún hasta nuestros días.

A través de la historia, todas las instituciones que han tenido el poder han utilizado el miedo para conseguir sus objetivos: las instituciones religiosas con el pecado (el premio y el castigo), las instituciones políticas con el delito (lo legal y lo ilegal) etcétera.

Si analizamos algunas ideas que expresa el sionismo en el principio del Protocolo No. 1 de “Los protocolos de los sabios de Sion”, veremos los fundamentos del poder que tiene el miedo individual y colectivo para los gobiernos en el mundo:

“Es de notar cómo el número de hombres con instintos perversos supera al de aquellos con instintos nobles. Por tanto, la violencia y la intimidación son preferibles a los discursos elegantes cuando se trata de gobernar al mundo. Todo hombre aspira al poder: Cada uno desearía ser un dictador; casi todos sacrificarían el bienestar del prójimo por alcanzar sus metas personales.

¿Qué es lo que ha sometido hasta ahora a esas fieras salvajes y de rapiña que llamamos hombres? ¿Por quién han estado gobernados hasta el presente? En las primeras épocas de la sociedad, estaban dominados a la fuerza bruta y ciega; después, se sometieron a la ley, que en realidad no es otra cosa que la misma fuerza disfrazada. Esta consideración me lleva a deducir que, fijándonos en la ley natural, el Derecho reside en la fuerza”.

Bien, con la creación de las leyes, que decretan el bien y el mal, aparecen los enemigos. Se llama enemigo al opositor que discuta el sistema establecido y, puede estar dentro o fuera del sistema. Para el enemigo interno existen las leyes, para el enemigo externo, la guerra.

El concepto de “enemigo” explica la existencia de los defensores del sistema. Existiendo un enemigo (sea o no potencial), tiene que existir un ejército. Según la lógica del sistema y de la política del miedo, el enemigo interno quiere derrotar a los poderes acabando con el sistema, mientras que el enemigo exterior tiene como objetivo invadir.

Hace pocos años presenciamos los orígenes de “El terrorismo”, que es un enemigo global actuando violentamente demandando sus razones exclusivas. La imposibilidad de conocer dónde actuará este enemigo sin nacionalidad tiene en jaque y en pánico a la sociedad universal.

¿Pero, en dónde y quién inició la palabra “Terrorismo” como una palabra amuleto, similar a democracia, libertad o igualdad cuyos significados son tan falaces como “terrorismo”?

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