Edgar Villanueva
Ayer tuve la necesidad de ir al norte del país a hacer un trámite. Necesitaba volver ese mismo día a la ciudad para atender una reunión a las cuatro y media de la tarde, así que de madrugada me aventuré a recorrer los aproximadamente doscientos cincuenta kilómetros que separan mi casa de la oficina donde fui requerido, en persona, para hacer presentar un expediente de la empresa familiar.
Quisiera referirme a dos elementos del breve relato anterior que son importantes para darnos cuenta que sin modernizar nuestra infraestructura y los procesos burocráticos en general, seguiremos rezagados en el crecimiento económico y el desarrollo de nuestro país.
El trayecto entre Nueva York y Washington, D.C. (363 km) se hace en aproximadamente 4 horas en una de las carreteras más transitadas de todos los Estados Unidos de América (I-95 S). Mientras que el trayecto de Ciudad de Guatemala a un municipio del norte de Guatemala, Morales, Izabal (250 km aproximadamente) lo hice, con poco tráfico en la carretera al Atlántico, en 5 horas. Afortunadamente no iba a Puerto Barrios (300 km).
En la referi da carretera, hay varios tramos en construcción que seguramente ayudarán a agilizar el tráfico pronto, pero ya deberíamos de estar trabajando en el resto de la carretera, pues es el principal corredor comercial del país de sur a norte. No podemos ser competitivos con trayectos de transporte de mercancías que en 300 km implican viajes de más de 8 horas.
Unido a la situación vial, tenemos la excesiva y mal justificada burocracia. El viaje de 10 horas que tuve que realizar fue única y exclusivamente para presentar un expediente a una oficina pública, pues, según su reglamentación interna, el trámite debe de hacerse en persona. Al llegar me di cuenta que el procedimiento podría hacerse fácilmente, con una reglamentación actualizada, en línea.
Otra situación interesante es que en la misma oficina, a las 9 de la mañana, estábamos tres personas: una de la capital, otra de Alta Verapaz y otra de Petén, todas personalmente para hacer el trámite respectivo. El señor proveniente de Alta Verapaz había salido el día anterior y había tenido que pagar un hotel para presentar sus expedientes. Los propios servidores que se encontraban en la oficina, expresaban la necesidad que dichos trámites se hicieran por vías más expeditas, pues les permitía enfocarse en otras áreas de su trabajo que consideran de mayor importancia.
El costo económico personal, empresarial y nacional que tiene la falta de modernización de nuestra infraestructura y la actualización de los procesos burocráticos es inmensa. Necesitamos un enfoque en ambos a la brevedad posible para dar un empujón positivo a la economía y la generación de oportunidades. Existen varias propuestas para reactivar la construcción de infraestructura y en el pasado ya hemos trabajado para eliminar barreras burocráticas al comercio. Redoblemos el esfuerzo que ya está en camino, no perdamos el día que pudiéramos invertir en producir, en traslados y trámites que se pudieran evitar.