Francisco Cáceres

caceresfra@gmail.com

Nació en Guatemala el 19 de Julio de 1938; tiene estudios universitarios y técnicos en ciencias jurídicas y sociales, administración empresarial, pública, finanzas, comunicación, mercadeo y publicidad. Empresario, directivo, consejero y ejecutivo en diversas entidades industriales, comerciales y de servicio a la comunidad. Por más de 28 años consecutivos ha sido columnista en este medio.

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Francisco Cáceres Barrios
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Los guatemaltecos entendemos que el término cumbre o foro significa el lugar físico o virtual que se emplea para reunir a personas interesadas en determinados temas, para intercambiar ideas y opiniones sobre el mismo. Para los conocedores de determinados asuntos resulta de gran importancia asistir a presenciarlos o mejor todavía poder participar en ellos, para así poder obtener o enriquecer sus conocimientos.

En el caso de Guatemala, para políticos, profesionales, científicos o simplemente personas interesadas en el progreso y desarrollo del país quisiéramos ser integrantes de un foro en donde se pusieran sobre el tapete todos aquellos asuntos que contribuyan a lograr el mismo y hasta si se quiere, poder discutir amplia y democráticamente la solución de problemas que nos afligen, los que de una u otra manera nos causan innumerable cantidad de daños y perjuicios en el mejor desenvolvimiento de nuestras actividades diarias.

Por lo anterior, es que vemos con mucho desinterés y hasta si se quiere también nos duele, ver cómo se gastan enormes cantidades de dinero y también valioso tiempo, en actividades que a la postre no nos representa ningún beneficio directo, indirecto a mediano o largo plazo. Por ejemplo, ¿qué importancia tuvo y tendrá para las poblaciones de los países representados en la recientemente celebrada XXVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en Antigua Guatemala, el haber alcanzado “un compromiso iberoamericano por el desarrollo sostenible”? Como decía un amigo, después de escuchar el discurso de un político, -¿con qué se come eso vos?

Suena muy bonito y hasta despierta asombro que se haya dicho en los discursos con tono y sonido altisonante que se habían alcanzado “20 acuerdos especiales en temas prioritarios para Iberoamérica sobre migración, educación, inclusión, igualdad de género y lucha contra la corrupción pero ¿a qué se obligan los países que los suscribieron? Es decir, ¿a qué se sujetan los mandatarios que no los apoyen, cumplan o a qué sanciones quedarían expuestos?

Es que para hablar con palabras rebuscadas, haciendo muecas y aspavientos, nuestros chapines políticos se pintan solos, así es que resulta absurdo que tengamos que importar temporalmente a gente calificada como “iberoamericana”, para que nos vengan a decir que la XXVI Cumbre ha significado promover “acciones integrales y de políticas públicas para poder atender las causas estructurales del flagelo de la migración”, porque si se lo vamos a repetir a los miles de hondureños, salvadoreños, guatemaltecos y mexicanos que ahora se encuentran esperando que las puertas de los Estados Unidos se abran de par en par, lo más seguro es que provocaríamos una grandiosa rechifla, acompañada de una buena apedreada durante bastantes minutos de duración.

No, eso en buen español significa ser indolentes ante los pobres, hacia los más necesitados de buenas condiciones propicias para permanecer al lado de los suyos, trabajando hombro con hombro en provecho propio y de su país. Ya es hora de dejar de seguir apreciando de los gobiernos tanta indiferencia.

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