Edith González
Muestra tu apoyo y rompe barreras por el autismo para hacer una sociedad accesible para todos.
Lema de organizaciones que buscan la inclusión sin barreras de las personas con autismo.
Desde 1945 cuando se promulgó la Declaración de los Derechos Humanos, las personas de distintos grupos vulnerables han luchado por visibilizarse en la búsqueda de ser tratados con recato y respeto, sin atropellos a su dignidad sólo por ser distintos. En 1917 se discutió en el Congreso la iniciativa de ley que hoy es una realidad y dice:
“El autismo no es una enfermedad, las personas con autismo tienen una forma diferente de percibir la realidad. El autismo es un Trastorno del Espectro Autista (TEA) siendo una condición neurológica en la cual la persona presenta conductas no convencionales durante toda su vida (desde la niñez hasta la edad adulta), estamos ante un problema de desarrollo que se sale del concepto de «típico o de normalidad». De esa cuenta nosotros los ponentes presentamos la presente Iniciativa de Ley”.
La que finalmente y para complacencia de los pacientes con autismo, sus familiares, amigos y todas las personas que apoyaron esta iniciativa, se logró:
LEY DEL DÍA NACIONAL DEL AUTISMO
CAPÍTULO ÚNICO
Artículo 1. Se declara el 2 de abril de cada año como el DÍA NACIONAL DEL AUTISMO como un día conmemorativo para sensibilizar a la ciudadanía de los padecimientos de dicho trastorno, y contribuir a generar mejores condiciones de atención a la población que padece la misma.
Artículo 2. El 2 de abril de cada año se realizarán actividades de socialización, divulgación, caminatas, charlas e intercambios de experiencias del autismo en Guatemala. Las Instituciones Públicas que tengan atribuciones directas de fomento, protección y prevención de la salud, deberán apoyar y participar, creando espacios que colaboren en las actividades que fomenten la capacitación y concienciación en temas de AUTISMO.
En la actualidad no es posible determinar una causa única que explique la aparición de los trastornos autistas, pero sí la fuerte implicación genética en su origen. Por eso las necesidades individuales son muy diversas. Afecta de manera fundamental a la esencia social del individuo y a su capacidad para responder adaptativamente a las exigencias de la vida cotidiana. Impacta no sólo en la persona sino también en su familia, y en la calidad de vida de todos sus miembros. Requiere un abordaje integral de las necesidades de la persona, orientado a facilitar apoyos individualizados, especializados y basados en la evidencia científica que promuevan su calidad de vida y el ejercicio efectivo de sus derechos. Es una “discapacidad invisible” en el sentido de que no lleva asociado ningún rasgo en la apariencia externa específica, y sólo se manifiesta al nivel de comportamientos.
La gran variabilidad en este tipo de trastornos apunta a la relevancia de la interacción entre los distintos genes y diferentes factores ambientales en su desarrollo, pero por el momento estos elementos no se encuentran claramente identificados y aún es necesaria mucha investigación al respecto, como comprensión y aceptación por parte del resto de la población.