Factor Méndez

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Defensor Derechos Humanos. Catedrático. Periodista/Escritor. Estudió Derecho, Derechos Humanos y Trabajo Social en Guatemala, Honduras y Costa Rica. Catedrático San Carlos y Rafael Landívar. Fundador Centro de Investigación, Estudios y Promoción de Derechos Humanos CIEPRODH. Autor de ensayos y artículos sobre temas sociales, políticos, memoria histórica y Derechos Humanos.

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Factor Méndez Doninelli

SOLIDARIDAD CON MONSEÑOR ÁLVARO RAMAZZINI. Repudio las amenazas de muerte recibidas por Monseñor Ramazzini, Obispo de la Diócesis de Huehuetenango, esto es un acto de intolerancia de quienes creen que la violencia es un medio para resolver controversias. Las autoridades deben brindar protección al Prelado e investigar el origen y autores de dicha intimidación.

El 12 de diciembre de 1996, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el 16 de noviembre de cada año como Día Internacional para la Tolerancia. Un año antes en 1995, la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) por sus siglas en inglés, aprobó la Declaración de Principios sobre la Tolerancia y el Plan de Acción de Seguimiento del Año. También en 1995, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebró el “Año de las Naciones Unidas para la Tolerancia.”

Se entiende por tolerancia: “Respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias.” (Diccionario de la Lengua Española).

La Declaración de Principios sobre la Tolerancia, afirma que, “… la tolerancia no es indulgencia o indiferencia, sino que es el respeto y el saber apreciar la riqueza y variedad de las culturas del mundo y las distintas formas de expresión de los seres humanos. La tolerancia reconoce los derechos humanos universales y las libertades fundamentales de los otros”.

La tolerancia también tiene su contraparte, es la intolerancia de los Estados, Gobiernos, grupos o individuos que se manifiesta mediante acciones, conductas y formas comunes, tales como la injusticia, las violencias estructurales y sociales, la marginalización, la discriminación, el racismo, la aporofobia, la homofobia o la xenofobia. A su vez, son rasgos excluyentes que bloquean la comprensión mutua entre culturas y pueblos. Tolerancia es un imperativo necesario ahora que los extremismos y radicalismos fundamentalistas y violentos están presentes y sobresalen por el menosprecio absoluto a la vida de las personas.

El país se caracteriza por varios rasgos de intolerancia y excluyentes entre los que destacan: Desnutrición crónica. Según reciente informe de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de la ONU, la desnutrición en Guatemala afecta al 66% de los más pobres, 7 de cada 10 niñas y niños la padecen, siendo más notorio entre la población indígena.

Más indicadores de vergüenza. Violencia contra la mujer. Alta tasa de femicidios, homicidios y muertes violentas. Emigración forzada, aumento de la pobreza, desempleo, explotación, discriminación y racismo.

Situación dominante: Sociedad patriarcal, machista y misógina. Corrupción e impunidad. Pacto de Corruptos. Cooptación del Estado y la justicia. Violación sistemática de los Derechos Humanos (DD. HH.), en suma desprecio por la vida humana y el bien común.

Debemos esforzarnos por construir una cultura de paz, de legalidad, igualdad y equidad. Respeto a los DD. HH., reconocimiento de la otredad, de las diferencias y la dignidad de todas las personas.

Para la ONU: “La educación es un elemento clave para luchar contra estas formas de exclusión y ayudar a los jóvenes a desarrollar una actitud independiente y un comportamiento ético. La diversidad de religiones, culturas, lenguas y etnias no debe ser motivo de conflicto sino una riqueza valorada por todos”.

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